Como hace cinco años, cuando tuvo que esperar casi una hora desde su icónico putt para eagle en el 18 hasta que se confirmó su victoria en el Farmers Insurance Open, su primer título en el PGA Tour, o como el pasado mes de julio en este mismo escenario, cuando recuperó terreno desde atrás para conquistar el US Open, primer major de su carrera, Jon Rahm (-13) necesitará este domingo venir desde atrás para volver a ganar en Torrey Pines. Aunque no mucho, está a un golpe del liderato.
El de Barrika ha tenido que pelear de lo lindo hoy en el temido Campo Sur, en especial en la segunda mitad de su ronda, para terminar entregando una tarjeta de 72 golpes, al par, que aunque lo deja sin liderato y fuera del partido estelar del sábado, lo mantiene con todas las opciones de victoria. El último partido es un lugar que suele ser de privilegio en busca de los títulos, pero él no lo necesitó en ninguna de las dos ocasiones en que ha salido victorioso del famoso recorrido de San Diego.
El día empezó de la mejor manera posible. Con un birdie en el 2 se puso líder en solitario de la clasificación, puesto que compartió después durante algunos hoyos con Justin Thomas (-12). Y en el 9, después de seis pares seguidos (uno increíble en el 5 pateando desde seis metros después de que su sacada desde el búnker de calle golpeara en el talud), volvió a acertar embocando un tremendo putt desde 12 metros que le situaba de nuevo al frente. Pero en el par cuatro del 10, con el que arrancó sus últimos nueve hoyos del día, las cosas se le complicaron…
Su golpe desde el tee aterrizó en el rough, junto al borde del búnker de calle. Ahí no tuvo suerte. En una posición horrible para pegarle a la bola, con los pies en la arena y la bola mucho más alta, no pudo precisar su segundo tiro. Se cruzó la calle y terminó en el rough del green. La sacó de ahí como pudo, sobrevolando el green, pero de nuevo al rough. Y después de aliviarse por un aspersor, el chip que se le fue largo. Terminó dejándose un putt para bogey de tres metros que no quiso entrar. Así, Jon pasó de comandar la clasificación a caer al tercer puesto empatado en un santiamén.
El de Barrika acusó el golpe y falló desde el tee en el 11, aunque pudo salvar el par. No así en el 12, donde volvió a encadenar varios errores que le costaron otro bogey más para alejarse del liderato. Un primer puesto que, sorprendentemente, pasó a ocupar Will Zalatoris (-14) con la segunda mejor ronda del día, 65 golpes. Imparable de tee a green (más de 6,5 golpes ganados), recuperó 16 posiciones para salir mañana en el último partido del día como colíder.
Rahm sacó el par en el 13 con una buena recuperación desde el búnker, pero sufriendo de tee a green. A partir de ahí se enderezó de nuevo su juego y acabó muy fuerte. Su putt para birdie en el 14 no quiso entrar y por fin logró cambiar la tendencia en el 15, jugando de manual de tee a green, para regresar al par en el día. Un resultado que aún pudo mejorar en el 16, 17 y 18, con putts de entre cuatro y seis metros para birdie que no entraron por pura mala suerte. Un día en la oficina muy peleado para el español, con un tramo que se complicó y donde supo minimizar daños y acabar con confianza para salir mañana con las opciones de victoria intactas.
Adam Schenk (-10), que comenzaba el viernes como colíder, tuvo un viernes nefasto, con 75 golpes, que le sacaron de inmediato de la ecuación. Mientras que a Justin Thomas también le tocará remontar después de unos segundos nueve en caída libre que cerró con una tarjeta de 73 golpes. Situación que aprovecharon varios jugadores para apuntarse a la pelea por el triunfo.
Entre ellos Jason Day (-14), que ya sabe lo que es ganar en Torrey Pines (dos victorias en este torneo) y que cerró con un gran birdie el 18 para una ronda de 67 que le aupaba al coliderato. O Aaron Rai (-13), que dejó a Jon fuera del último partido de mañana con otro gran birdie en la última bandera del campo. Pero la lista es larguísima… 18 jugadores en cuatro golpes y 26 en cinco para una última ronda apasionante en el Farmers Insurance Open.
