Primera jornada consumida del RBC Heritage en el Harbour Town Golf Links (Hilton Head, Carolina del Sur) y dos hombres al frente de la clasificación: el ganador del último y reciente Arnold Palmer Invitational, Matt Every (-5), y el norirlandés Graeme McDowell (-5). Excelente su resultado en un recorrido que, como cada año, perdona lo justito y plantea notables dificultades.
Pero inevitablemente, las miradas estaban puestas en Jordan Spieth (+3), flamante ganador del Masters que quiso cumplir con el compromiso de jugar esta semana. El joven tejano ha mostrado una versión más terrícola, por decirlo de algún modo, y hasta parece normal que sea así después del ajetreo del triunfador y como consecuencia del desinflamiento físico y mental que suelen traer consigo las mieles de la gloria. Pero como nunca se sabe con Spieth, cuya frescura y solidez parecía a prueba de bomba, existía una gran expectación por ver cómo reaccionaba. No ha estado tan lúcido en los greenes como venía acostumbrando, dejando escapar algunas opciones de birdie que rondaban entre los tres y los seis metros, distancias en las que anduvo especialmente acertado la semana pasada, por ejemplo.
No obstante, un birdie en el hoyo 15 (el único del día en su tarjeta) y tres buenos pares en los hoyos finales, embocando putts cortos pero delicados, todavía lo han dejado a dos golpes del listón donde se sitúa ahora mismo el corte. Mañana, a ojo de buen cubero, podría valerle una tarjeta en torno al uno bajo par para meterse en el fin de semana. Una magnífica oportunidad de volver a testar las capacidades de este jugador.
Gonzalo Fernández Castaño (+6) ha comenzado con muy mal pie y mañana necesitará un arreón de cuidado para seguir adelante. La sensación ha sido la misma que en otras muchas ocasiones: una vuelta que parecía más o menos controlada, algunas buenas opciones desaprovechadas (hoyos 4 y 5), aunque salvando también alguna situación delicada en el inicio de la vuelta, y en el último tercio de la vuelta, una pequeña debacle, con dos dobles bogeys incluidos. De momento, el madrileño no consigue darle la vuelta a esa dinámica negativa…
