Pocos jugadores se desenvuelven mejor que Brooks Koepka en finales apretados, de ida y vuelta, con una multitud pegándose por la victoria y donde los pares saben a bogey y los birdies son una obligación. Pocos se desenvuelven mejor que Brooks Koepka cuando las pulsaciones se disparan por encima de 180. Por eso, entre otras cosas, tiene cuatro Grandes en su vitrina. Por eso, entre otras cosas, ha vuelto este domingo al pabellón de ganadores del PGA Tour tras imponerse en el Waste Managment Phoenix Open de Arizona.
Koepka (-19) ha entregado una tarjeta de 65 golpes y ha conquistado el torneo en el TPC Scottsdale con uno de ventaja sobre Kyoung-Hoon Lee y Xander Schauffele y dos sobre Carlos Ortiz, Jordan Spieth y Steve Stricker. Jon Rahm (-13) no pudo meterse en ningún momento en la pelea por el triunfo. Se lo impidió el putt, aunque terminó con otra vuelta bajo par de 68 golpes en el puesto decimotercero. Ya nos está acostumbrando el golfista de Barrika a que son así todas sus semanas ‘malas’. No está para ganar el domingo, pero acaba muy arriba, coquetea con el top ten y se marcha con cuatro vueltas por debajo de 70 golpes. Bendita ‘maldad’.
El golpe prodigioso que catapultó a Koepka al triunfo en Phoenix
El Phoenix Open terminó convirtiéndose en una batalla de eliminación. Sólo podía quedar uno, había muchos candidatos y tocaba arriesgar. Koepka emergió cuando la presión comenzó a arrugar al resto de swings. James Hahn fue el primero que se postuló al triunfo con un fantástico arranque de vuelta, pero fue verse arriba del todo en la clasificación y comenzó a flaquear con bogeys en los hoyos donde el resto estaba sacando birdies o eagles. Después, Schauffele y Spieth, que no terminaron de estar sueltos en todo el día, mandaron su bola al agua en el 17 para certificar su ‘muerte’ en el torneo. Scheffler se dejó el torneo en el estadio, en el mítico par 3 de Scottsdale, Oosthuizen se fue al agua en el 18 y Stricker mucho hizo con resistir hasta el final para agarrar una histórica tercera posición, la mejor clasificación de un golfista de su edad desde Tom Watson en el Open Championship de 2009.
Koepka ganó con su estilo, atacando de principio a fin. Aprovechando su poderoso drive para hacer eagle en el hoyo 3 y sacando el máximo provecho al tramo que va desde el hoyo 13 al 17, esa parte del recorrido del campo de Arizona donde la historia y su manual dice que se ganan los torneos. Su parcial ahí ha sido de cinco bajo par, con tres birdies y un eagle de fantasía en el hoyo 17. El golpe del torneo.
Lo que dice del Número 1 la decisión que tomó en el 17
Koepka, que ya ganó este mismo torneo en 2015, su primer triunfo en el PGA Tour, ha vuelto de los infiernos tras muchos problemas físicos. Es su primera victoria desde el WGC FedEx St Jude Invitational de 2019. Ya ha llovido. Gana después de fallar tres cortes consecutivos, lo nunca visto en su carrera, y lo hace el mismo día que Dustin Johnson, el jugador que recogió su testigo al frente del ranking mundial de golf. Uno de los mayores instintos asesinos del golf mundial ha salido del letargo.
Dustin Johnson, el indiscutible rey del Saudi International
Rahm volvió a vivir una jornada muy frustrante en los greenes. Consiguió cuatro birdies y todos ellos fueron pateando primero para eagle. No ha conseguido meter un putt en toda la jornada final, más allá de uno de par en el primer hoyo de algo más de dos metros. Demasiado frenado en los greenes. Esta semana estrenaba el putter de Odyssey. Necesita más tiempo para que los dos terminen de entenderse a la perfección. Llegará ese día, ni lo duden. Más pronto que tarde.