El español Ángel Ayora (-2), que está jugando con una invitación su primer torneo del PGA Tour, tuvo un día largo y no excesivamente fructífero este sábado en el Grand Reserve Golf Club de Río Grande, en Puerto Rico. A primera hora de la mañana completó los dos hoyos que le restaban para cerrar su segunda ronda, interrumpida ayer por falta de luz, certificando el cinco bajo par que le permitía superar el corte y seguir jugando el fin de semana. Pero poco después vio cómo sus opciones de pelear por un buen resultado se esfumaban…
Su tercera ronda del Puerto Rico Open, que arrancó con dos bogeys en sus dos primeros hoyos, fue un quiero y no puedo. Sus buenos números desde el tee, con 10 de 14 calles, no encontraron la continuidad necesaria con los hierros (10 de 18 en greenes en regulación). Una falta de precisión para dejarse buenas opciones, unida a una media de casi dos putts por hoyo, que terminaron empujándole a la zona baja de la clasificación entre los 72 jugadores que lograron superar la criba.
Por un momento pareció que el sanroqueño podía enmendar su mal comienzo, con dos birdies seguidos al par cinco del 5 y al par tres del 6. Pero un doble bogey en el 9 y un bogey más en el 15 le llevaron a firmar su peor tarjeta de la semana, de 75 golpes, con la que cedió más de 30 posiciones en la tabla. Mañana sólo puede ir a mejor, así que intentará despedirse de esta primera experiencia en la gira estadounidense con un buen sabor de boca, soñando con volver en el futuro para poder demostrar todo su talento, que es mucho.
Leader by one 🔥@Ben_Kohles | @PuertoRicoOpen pic.twitter.com/krPZeEpE6r
— PGA TOUR (@PGATOUR) March 9, 2024
Aunque para sueños, el que tiene entre manos el estadounidense Ben Kohles (-18). Hace algo más de once años se convirtió en el primer jugador en la historia en ganar sus dos primeros torneos en el Web.com Tour (actual Korn Ferry Tour). Eran, además, sus dos primeros eventos como profesional, un rotundo éxito que le sirvió para dar en 2013 el salto al PGA Tour, en el que no pudo mantener la tarjeta. Pero tras una travesía por el PGA Tour de Latinoamérica y un regreso a la segunda división del golf estadounidense, el pasado año volvió a dar el golpe con dos victorias que le abrieron de nuevo las puertas del circuito.
Hoy, en Puerto Rico, ha igualado la mejor tarjeta de su carrera en la gira estadounidense. Un vueltón sensacional de 63 golpes, con nueve birdies sin fallo, que le permitirán mañana buscar un título que sin duda le cambiaría la vida. No será fácil ya que tiene por detrás a sólo dos golpes a Jimmy Stranger (-16), Brice Garnett (-16) y Matti Schmid (-16), pero oportunidades como la que se le ha presentado en este ‘moving day’ no hay que dejarlas escapar bajo ningún concepto.
