Jon Rahm ha compartido hoy con el mundo una divertida confidencia sobre el día en el fue Número Uno del mundo por primera vez en su carrera. Lo ha hecho durante su comparecencia previa ante los medios en la previa del Waste Management Phoenix Open, el torneo con el que está más vinculado de todos los que se celebran en la temporada en Estados Unidos.
Le preguntaban a Rahm si guardaba algún recuerdo, algo especial de aquella primera vez, y el de Barrika lo soltó. Hay que remontarse al 19 de julio de 2020. Ese fue el primer día de Jon como Número Uno del golf profesional. «Sí, tengo un recuerdo. Se llama Kepa y tiene casi dos años. Lo siento Kelley, no sé si le gustará que lo haya contado, pero es así. Seguro que ella puede contarte la historia mejor que yo. Sospechamos que fue ese noche. Lo siento», ha comentado Jon en medio de la algarabía general y muchas risas.
Nueve meses después de aquella primera vez como Número Uno vino al mundo Kepa. «No creo que le importe realmente a Kelley que lo cuente porque bromeamos siempre sobre ello. Algún día se lo contaremos a Kepa», ha profundizado Jon. Desde luego, no había una mejor manera de celebrarlo, ni por supuesto un mejor regalo. «Tener hijos ha sido muy importante en mi vida. Me ha ayudado a poner lo pies en el suelo y separar mi trabajo del resto de mi vida. Me ha enseñado lo que de verdad es importante. Después de una vuelta, en cuanto estoy con los niños se va cualquier pena o malestar que pueda tener. Paso a ser su padre. A mí me ayuda a separar», ha explicado.
Jon se encuentra muy a gusto esta semana porque vive a unos pocos kilómetros del TPC Scottsdale, escenario del torneo. Es su casa y esta semana esta rodeado de toda su familia, incluida su amama. «Es muy especial y muy cómoda. Vives en casa, duermes en tu cama, los niños están más cómodos, conozco los restaurantes, me cuidan, tengo muchos amigos alrededor… Me encantaría ganar esta semana. He conseguido ganar en España y esto sería lo más parecido en Estados Unidos. Ojalá el domingo me pueda dar una oportunidad, aunque no es fácil. Es uno de los torneos que más quiero ganar», ha asegurado.
No es ningún secreto que Rahm llega a Phoenix en un excelente estado de forma, aunque la semana pasada estuvo algo enfermo. «Me siento muy cómodo con el swing, me gusta jugar en el desierto, aunque este campo es algo más estrecho que otros. La clave es ponerla en calle. Si lo consigues te puedes dar muchas opciones. Hay que hacer pocas. Tengo ganas de ganar. He ganado en esta zona como amateur, pero aún no lo he hecho como profesional. Ojalá lo pueda conseguir y, si no, que una semana que quede en la séptima posición, siga siendo mi semana mala».
