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La dieta ‘milagro’ de Rickie Fowler para intentar volver a ser el que era

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Rickie Fowler © Golffile | Eoin Clarke
Rickie Fowler © Golffile | Eoin Clarke

Este martes, Rickie Fowler celebró el segundo aniversario de su boda con su mujer, Allison. Ambos esperan el nacimiento de una niña, su primera hija, para finales del próximo mes. Y aunque aún no sabe a ciencia cierta hasta qué punto cambiará su vida cuando además de profesional del golf tenga que ejercer también como padre, se prepara para la tarea dando un importante cambio a sus rutinas.

Después de una especie de mini-ayuno de seis semanas el golfista de Murrieta ha perdido casi dos kilos y medio de grasa corporal gracias a una dieta en la que ha reducido los carbohidratos y las frutas, ha intentado llevar a cabo una alimentación más sana y ha aumentado su nivel de entrenamientos. Modificaciones con el principal objetivo de volver a ser el que era y dejar atrás las dos últimas temporadas, las peores para él desde que se hizo profesional del PGA Tour.

Con 32 años de edad, Fowler lleva ya más de dos años y medio sin celebrar triunfos. Logró cuatro títulos del PGA Tour, pero desde el Waste Management Phoenix Open de 2019 no sabe lo que es ganar y su rendimiento ha ido en caída libre. La temporada pasada sólo firmó un top 10 en 18 torneos y se quedó fuera de los playoffs de la FedEx Cup por primera vez desde 2009, además de no entrar en el equipo estadounidense de la Ryder Cup. Cayó al puesto 125º del ranking mundial de golf, el más bajo desde hace más de una década para el californiano, y su número de cortes fallados (18 en los últimos 56 torneos que ha disputado) no tiene precedentes en su carrera.

«La vida a veces te llega muy rápido y la manejas como puedes», dijo esta misma semana en el TPC Summerlin de Las Vegas, donde disputa desde hoy el Shriners Children’s Open. Y aunque lidiar con la paternidad que se avecina para él sea sin duda su tarea más importante estos próximos meses, no puede descuidar su carrera y para ello planificó un plan específico desde que cerró el pasado curso, en agosto, tras la disputa del Wyndham Championship.

Después de una semana de descanso, Fowler comenzó un trabajo específico tanto a nivel físico, para mejorar su estado de forma, como alimenticio, con cambios significativos en su dieta. Los carbohidratos y las frutas fueron erradicados de su menú entre semana. «Y eso que me encanta la fruta…», confesó. Y en su lugar, incluyó platos con alto contenido en proteínas, grasas y muchas verduras. Para los fines de semana optó por proteínas más magras y menos grasas. Y sólo los domingos, en los que tenía ‘vía libre’ para comerse algún helado o unas palomitas de maíz se relajaba su dieta.

También tomó mucho té por la noche, algo que le ayudaba a mantenerse alejado de la nevera y de los bocadillos. «Incluso pude tomarme al final alguna copa el fin de semana, pero no muchas, porque después de varias semanas comiendo sano no era plan de estropearlo…», dijo. «No fue divertido, está claro, pero tenía que responsabilizarme, y con Allison ayudándome con el tema de la nutrición y mi entrenador en el apartado físico ha sido más llevadero», añadió.

«Ha sido una buena manera de limpiarme por dentro y ya estoy listo para volver a empezar», asegura. Además, se mantiene firme en su idea de seguir adelante con los cambios en su swing en los que comenzó a trabajar hace un par de años. «Estoy bien. Es cierto que no me divierte tener tanto tiempo libre cuando no es por elección propia, espero cambiar eso», explica sobre verse fuera de los playoffs por primera vez desde hace 12 años.

Esta semana juega en Las Vegas y después hará lo propio en la CJ Cup del The Summit Club, también en la ciudad de los casinos, en Nevada, gracias a una exención de uno de los patrocinadores. A continuación viajará a Japón para disputar el Zozo Championship. Fowler, uno de los jugadores más mediáticos de la gira, se esfuerza para recuperar su nivel y volver a estar pronto peleando por las victorias.