Jon Rahm ha ofrecido este miércoles en Bahamas, en la previa del Hero World Challenge de Tiger Woods, una amplia e interesante disertación sobre su relación con el dinero. Desde luego, tiene y ha tenido siempre las ideas claras y tiene una forma peculiar de ver la parte financiera de su profesión. Claro que es importante, pero en ningún caso es una prioridad. Lo puede decir más alto, pero no más claro. Lo explica con transparencia y su toque de humor.
Rahm asegura que el dinero nunca está en su mente cuando prepara un torneo de golf cualquier semana del año. «Cero. Estoy en una posición muy, muy, muy, muy privilegiada en la vida. No tengo necesidad de estar pensando en el dinero. Por suerte he jugado muy bien al golf y he tenido la oportunidad de ganar más dinero del que necesito. Cuando empiezas a jugar a esto, sabes que si lo haces bien vas a terminar ganando dinero. Pero ese no es el motivo por el que empecé a jugar ni la razón por la que lo sigo haciendo. Así que cuando estoy haciendo mi calendario, cuando estoy entrenando, estoy centrado en mis cosas y el dinero no está en mi mente. Si lo estuviera, probablemente podría haber ido a LIV Golf, ¿no crees? Si el dinero es tu objetivo, ese es claramente el camino a seguir. Pero yo no pienso en eso, en absoluto. No dejo que cuestiones financieras, al menos en lo que respecta al golf, tomen decisiones por mí».
«Si el dinero fuera mi objetivo, probablemente podría haber ido a LIV»
Su manera de pensar respecto al dinero quedó muy clara desde su primer torneo en el PGA Tour. «Todavía estoy enfadado porque hice bogey en el 17 y no hice birdie en el 18 para haber podido ganar. Me preguntaron cuando terminó esa ronda por eso, que si hubiera hecho dos pares habría sido segundo y me habría llevado 700.000 dólares y mi respuesta fue algo así como que me importaba un carajo porque juego para ganar y eso era lo que buscaba».
La motivación de Jon para jugar al golf y abrirse paso en el mundo profesional siempre estuvo muy por encima del cheque que entregan los domingos. «Como amateur jugué lo suficientemente bien como para ganarme las oportunidades que tuve de jugar eventos del PGA Tour y poder probarme. Así que cuando me hice profesional, recibí muy, muy buenas ofertas de ciertas marcas para las que el dinero no era un problema. Sé que mucha gente se vuelve profesional y el dinero se convierte en un problema, pero no fue mi caso. Como dije antes, no pensaba en eso. Mi objetivo en esos torneos era ganar uno de los seis para meterme en los playoffs, en eso estaba pensando. O en el peor de los casos, si no ganaba, conseguir la tarjeta del circuito, que es lo que hice. En ese momento gané más dinero del que mi mente universitaria podía asimilar. Así que podría decir que sí hubo una diferencia… en ese momento supe que podía ir al Chipotle y pedir un extra de guacamole si quería sin sentirme culpable por ello».
«El dinero que gané en mis primeros torneos en el PGA Tour me sirvió para saber que podía ir al Chipotle y pedir un extra de guacamole sin sentirme culpable»
Esta particular manera de ver el dinero no significa que Jon no le conceda ninguna importancia. Ni es la prioridad en su vida, ni tampoco es algo intrascendente. Busca el equilibrio. «Yo quiero jugar contra los mejores del mundo. Estoy diciendo que no estoy jugando por dinero. Pero tampoco soy estúpido. Si me lo he ganado y todo lo que tengo que hacer es jugar dos o tres torneos en los que no he participado antes por 20 millones de dólares, podría hacer el esfuerzo de jugarlos (en referencia al PIP). Es una motivación adicional, pero no voy a regalar millones de dólares sólo por no querer jugar uno o dos torneos que tampoco cambian mucho mi calendario. Si fuera un cambio brusco que afectara a mi carrera o a mi temporada, pues sí, pero no lo es. Pero es elección nuestra. Podemos hacerlo o no. Así que si alguien no quiere, pues simplemente no juega y asume que no podrá obtener un porcentaje de ese concepto, así de fácil», señala.
