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La lección de un chavalín

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Jiménez desata su mejor versión en su estreno en el Champions Tour y ya manda con -7

Si se trata de batir récords o dejar con la boca abierta a todos, ¡quién mejor que él! Miguel Ángel Jiménez venía de robarle algo de protagonismo a Bubba Watson en el Masters y en su debut en el Champions Tour ha sido el centro principal de los focos.

Vaya estreno, madre del amor hermoso, la del malagueño en el circuito americano para veteranos. Siete menos en su primera ronda tras nueve primeros hoyos de ensueño. Sublime. El malagueño cautivó en el Greater Gwinnett con un golf de altura, como el que viene demostrando estas últimas temporadas en el European Tour y en los majors.

Había creado mucha expectación su puesta de largo en Duluth después de su formidable actuación en Augusta. Y este hombre, este chavalín que a principios de enero hizo 50, no defraudó. Con Fred Couples y Colin Montgomerie como testigos de excepción, alardeó nada más empezar en hoyo 10 del TPC Sugarloaf. Atentos a la secuencia, que es para no perdérsela: birdies en cuatro de sus seis primeras banderas y un eagle de propina para cerrar una primera vuelta de ensueño con -6. “Que me siga el que pueda”, debió pensar antes de semejante festival de putts.

Le sacó otro birdie al campo de Georgia en su undécimo hoyo y, como buen guerrero, se echó a descansar con siete bajo par y ligó entonces pares hasta terminar con tres golpes de ventaja sobre los perseguidores después de que Couples, animado en los segundos nueve, sellara su tarjeta con un doble bogey que lo dejó con -3. Con un golpe menos estaban Bernhard Langer, octavo en el Masters y dominador del Champions Tour en los últimos tiempos con una racha de 15 top ten consecutivos, Kenny Perry y Steve Pate. «Ya imaginé que haría algo más que echarse a dormir, pero honestamente no pensé que haría el primer día 65 golpes. Es un hombre extraordinario, gran jugador, divertido de ver. Él siempre me da cigarros para mi padre, los cigarros más grandes que he visto en mi vida», aseguró Perry.

Los veteranos del ilustre circuito se quitaron el sombrero ante The Mechanic, un ingeniero del golf que inventa golpes con los hierros y traza putts de ensueño allá donde va. Quedan dos jornadas, pero el malagueño ya ha dejado su sello nada más llegar. Ha perdido la oportunidad de jugar en Malasia y seguir sumando con vistas a su gran reto de la Ryder, aunque no ha ido ni mucho menos a Duluth a pasearse. Resultados.