Sergio García ha completado otra sólida actuación en el PGA Tour. Una más, y van…
Son ya nueve meses consecutivos sin fallar un corte y su peor puesto en este tiempo entre Europa y Estados Unidos, al margen de los Campeonatos del Mundo, ha sido un 39º en el Greenbrier Classic del pasado julio.
El jugador de Borriol ha terminado el Transitions Championship en el 16º puesto con un acumulado de -8. Cierto es que en ningún momento ha tenido opciones reales de victoria, pero han sido cuatro vueltas bajo par, algo que sólo ha estado al alcance de apenas diez jugadores. Su juego ha vuelto a ser una maza de tee a green. Ayer firmó 70 golpes y sólo se dejó por el camino tres greenes, todos ellos en hoyos pares 3.
Su combinación esta semana entre golpe de salida y tiro a green ha sido espectacular. El recorrido Innisbrook tiene cinco pares 3. Si los quitamos de la ecuación, resulta que Sergio ha cazado 44 greenes de los 52 hoyos que restarían entre pares 4 y 5. Una barbaridad que habla del momento sólido en el que se encuentra el español. Su juego largo está firme y su putt también está funcionando de una forma más que correcta. El único pero que se le puede poner esta semana es que le ha faltado algo más de finura en los tiros a green para dejarlas más cerca y tener más opciones de birdie.
Los números no engañan. Sergio ha sido el quinto en greenes en regulación en el Transitions y el decimocuarto mejor pateador del torneo. La mejor noticia sigue estando precisamente ahí, en el putt. García es el quinto mejor del PGA Tour en este apartado, sólo por detrás de Luke Donald, Martin Flores, Bo Van Pelt y Chris Riley. Los dos birdies de ayer fueron a consecuencia de sendos putts de tres metros y sólo se dejó por el camino un par de opciones más de tres metros y tres metros y medio. El resto fueron putts de más de cinco metros. Apenas tuvo un compromiso para par de dos metros y medio en el 13. Y el único bogey del día en el 17 llegó tras un mal approach. Aún tuvo que recuperar desde fuera para hacer el bogey.
Así las cosas, Sergio transmite muy buenas vibraciones. Datos que invitan a pensar que está cerca de algo importante.
En el lado opuesto estaba ayer Ernie Els. El sudafricano lideraba el torneo con -14 a falta de dos hoyos. Terminó con bogey al 17 y al 18 y ni siquiera pudo salir al desempate. ‘Big Easy’ estaba realmente tocado tras firmar la tarjeta. Necesitaba una victoria para meterse en el Masters. Ahora se lo tendrá que jugar en Bay Hill o Houston. “Esto es muy duro. En estos momentos estoy muy caliente, encendido, es difícil en esta situación hablar de una manera equilibrada. No obstante, si lo analizo con calma, creo que jugando así puedo conseguir una victoria en las dos próximas semanas”, apuntó Els.
El putt volvió a castigar duramente al sudafricano. Ayer erró una opción de par de poco más de un metro en el 18 para salir al playoff y en toda la vuelta se dejó por el camino hasta cinco putts desde menos de tres metros. No olvidemos que Ernie, uno de los que abogó por la prohibición del belly putter ahora lo está usando.
