– Algo es seguro ya después de la tercera jornada del Deutsche Bank Championship: Jordan Spieth será Número Uno del mundo este lunes por la noche cuando acabe el juego en Boston. Ni Jason Day va a ganar el torneo, ni Rory McIlroy acabará entre los diez primeros.Las dos excepciones que evitarían al texano recuperar la plaza que cedió hace una semana. Ambos tendrían que hacer algo inhumano para conseguirlo. Una utopía. Day está a nueve golpes del objetivo y McIlroy a diez.
– Lo que ha sido inhumana es la racha de Jason Day que este domingo ha tocado a su fin. Ha firmado 73 golpes, rompiendo una secuencia maravillosa de 22 vueltas consecutivas al par o por debajo del par. Y ojo, entre estas 22 vueltas están la última del US Open y las ocho del British y del PGA. Escalofriante. Se queda sin pelear por la victoria, pero deja una marca para el recuerdo.
– El líder del Deutsche es Henrik Stenson (-13). El sueco está en su salsa. En su mes. Sus cinco últimas victorias han sido en septiembre. Cuidado. Este domingo firmó 65 golpes, la segunda mejor vuelta del día tras el 64 de Hunter Mahan. No cometió ningún bogey y realizó cuatro birdies y un eagle. Inmaculado. La mayor parte del trabajo lo hizo en los nueve primeros hoyos: 31 golpes.
– Rickie Fowler está en la segunda posición a un golpe de Stenson. El norteamericano está siendo una máquina de repetición en Boston. Tres vueltas y tres tarjetas de 67 golpes.
– El Número Uno del mundo podría ser de muy corta duración para Spieth. Todo depende de McIlroy. Si acaba en el puesto 44º o mejor, el norirlandés, sin que haya torneo, recuperará el Número Uno del próximo domingo. Cosas de esa ciencia infusa que es a veces el ranking mundial.
– Un dato en contra de Stenson. Llamativo. Ocho jugadores han ocupado el liderato en solitario con un golpe de ventaja esta temporada en el PGA Tour a falta de una jornada. Ninguno de ellos ganó.
