Inicio Grandes Circuitos PGA Tour La sorprendente estrategia de Tiger Woods con sus wedges

La sorprendente estrategia de Tiger Woods con sus wedges

Compartir
Esta vez a Tiger Woods se le escapó la presa... © Golffile | Ken Murray
Tiger Woods. © Golffile | Ken Murray

Tiger Woods ha sorprendido a propios y extraños con una revelación realizada esta misma semana. Tiene que ver con el equipamiento y la necesidad que siente de renovarlo. Es habitual ver a jugadores cada semana en el campo de prácticas de cualquier torneo probando uno y mil drivers, así como los putters. Más raro es verlos cambiar de wedges. Sí, pueden hacer algún cambio puntual en un torneo, renovarlos al final de la temporada o realizar ajustes de peso, lofts y demás. Sin embargo, Tiger lleva todo esto a un nuevo nivel.

Tiger ha reconocido que prácticamente juega cada torneo con un juego de wedges nuevo. No crean que es una manía. Podrán estar o no de acuerdo con él, pero desde luego se trata de un argumento técnico. “Me gusta tener wedges nuevos casi todas las semanas que juego debido al spin. Paso tanto tiempo chipeando que las ranuras se desgastan. Si pierden un poco de fricción, eso es un poco de spin que pierdo y lo puedo recuperar eso con nuevos wedges”, asegura.

“Me gusta tener wedges nuevos casi todas las semanas que juego debido al spin. Paso tanto tiempo chipeando que las ranuras se desgastan»

Esta manera de actuar de Woods no es muy habitual. De hecho, no son pocos los jugadores que personalizan sus wedges con su nombre, un apodo o alguna frase que les sirva de inspiración. Obviamente, cuando uno hace esto es porque piensa que va a jugar con esos palos durante una buena temporada.

“Un palo puede tener un buen desempeño, pero si no me agrada cómo se ve y tengo que confiar en él en el hoyo 72 de un torneo, probablemente no voy a darle una oportunidad»

Otra curiosidad de Tiger tiene que ver con su manera de elegir o descartar los palos nuevos que va a incorporar a su bolsa. Por ejemplo, los drivers. Woods admite que la primera gran selección siempre la realiza con el ojo. “Un palo puede tener un buen desempeño, pero si no me agrada cómo se ve y tengo que confiar en él en el hoyo 72 de un torneo, probablemente no voy a darle una oportunidad. Tiene que verse bien, entrar por el ojo, además de eso, después, tiene que cumplir con mis expectativas. Si no cumple con esos requisitos, se queda fuera”.