Dustin Johnson caminaba ayer por la calle del hoyo 3 de Pebble Beach con una medio sonrisa a caballo entre la satisfacción y la nostalgia…
Acababa de mandar uno de sus habituales zambombazos desde el tee a más de trescientos metros para dejar la bola a la entrada del green, apenas a quince metros de la bandera. “No estaría mal cambiar este drive ahora mismo por el que pegué aquí hace poco menos de dos años, ¿verdad?”, comentó Johnson al caddie en referencia a su horrible salida en la cuarta ronda del US Open de 2010. Entonces mandó la bola a unos treinta metros a la izquierda de la calle, en mitad de unos arbustos. Ahí empezó a perder un major que dominaba con tres golpes de ventaja cuando se colocó en el tee del 1. Encadenó su segundo doble bogey consecutivo y empezó un calvario que acabaría con una tarjeta de 82 golpes. McDowell ganó aquel US Open.
Johnson consumó ayer su venganza. Embocó el chip para eagle y propulsó una vuelta que hasta ese momento no era nada del otro jueves. El norteamericano añadió un birdie y un eagle más y terminó con una tarjeta de 63 golpes, nueve bajo par, suficiente para liderar el AT&T Pebble Beach National Pro-Am, junto a Danny Lee, que también jugó Pebble Beach, y Charlie Wi, que descosió el campo de Monterey con 61 golpes, el récord del campo.
El AT&T, torneo en el que cada profesional juega con un amateur, se disputa en tres campos diferentes: Pebble Beach, Monterey y Spyglass. El más asequible de todos es el mítico que da nombre al torneo. Mucho más un día como ayer. No sopló nada de viento y lució un sol espléndido. De los cinco primeros clasificados, cuatro jugaron en Pebble Beach.
El recorrido más difícil es Spyglass. Por este motivo, hay que destacar la vuelta de Nick Watney (-6), que no jugó la semana pasada en Phoenix por culpa de una enfermedad. El seguro jugador estadounidense se ha metido en el top ten y se ha quitado de en medio el test más duro de la rotación. Habrá que tenerlo muy en cuenta. Algo similar le ocurrió a Tiger Woods (-4). Consiguió una sólida ronda en Spyglass, la cuarta mejor del día.
Phil Mickelson (-2) jugó también Spyglass y no tuvo un mal día, aunque sigue sin brillar. Ayer sacóa petróleo a los pares 5. Firmó cuatro birdies, todos ellos en los hoyos largos.
El único latino presente en el torneo es Miguel Ángel Carballo. El argentino empezó con una vuelta de uno bajo par en el campo de Monterey.
