Jon Rahm regresará a la competición este jueves en el Sentry Tournament of Champions. Es el primer torneo del año en el PGA Tour y se disputa en Hawái, en el Plantation Course at Kapalua. Es un recorrido por lo general amable. Así lo corroboran los resultados ganadores de los últimos años.
Por ejemplo, Harris English y Joaquín Niemann disputaron el año pasado un desempate tras igualar a -25 y desde que se empezó a jugar allí, 1999, en catorce ocasiones, más de la mitad, se ha ido el resultado del campeón más allá de -20, e incluso dos veces se tocó el -30. El ganador más ‘pobre’ fue Stuart Appleby con -8 en 2006, una semana donde el viento fue terrorífico, claro.
El balance de Jon Rahm en Kapalua es de notable tirando a sobresaliente. Ha jugado cuatro veces y su peor puesto ha sido décimo. Además, ha sido segundo en 2018, su primera presencia allí, octavo en 2019 y séptimo en 2021. Es un recorrido que se le da bien, con una media de golpes en 16 rondas jugadas de 69,5, nada mal si tenemos en cuenta que el par en el Plantation Course es de 73 golpes.
Sólo tres bogeys en 80 hoyos
La media de birdies o mejor de Jon Rahm en Kapalua está por encima de los cinco por ronda. Interesante. Concretamente, ha sumado en cuatro años un total de tres eagles y 78 birdies. Hay una zona del campo hawaiano donde el Número Uno del mundo se muestra especialmente ‘destroyer’. Es su edén particular en Kapalua. Entre los hoyos 12 y 16 ha hecho únicamente tres bogeys en cuatro años y su parcial es de -27, con 28 birdies y un eagle. Tres bogeys en 80 hoyos, que se dice pronto. Una secuencia prodigiosa.
En ese espléndido tramo de Rahm se encuentran tres de los cuatro hoyos donde el español jamás ha tropezado. Ni una sola mancha en el expediente. Ni un borrón. Son el 12 (par 4), 14 (par 4) y 15 (par 5). Se añade a esta lista de éxitos el 4, otro par 4.
En el otro lado de la balanza están los 24 bogeys acumulados y un doble bogey. Pesa poco este platillo, todo hay que decirlo, pero hay algunas curiosidades. En un terreno tan abonado al birdie como Kapalua, hay dos hoyos malditos para Rahm, dos némesis ante las que nunca ha sido capaz de hacer birdie. Son los hoyos 7 y 11. Cualquiera podría pensar que, claro, serán los hoyos más difíciles de Kapalua, pero no crean…
Dos hoyos a los que Jon Rahm nunca le ha hecho birdie en Kapalua
El hoyo 11, un par 3 de 167 yardas, corto en cualquier caso y mucho más en un campo donde la bola vuela de manera más generosa a lo habitual, fue el más difícil en 2020, sí, pero en 2018 fue el noveno más complicado y en 2019 fue el undécimo. No tenemos datos de 2021. Mientras, el hoyo 7, un par 4 muy largo, el segundo con más distancia de Kapalua tras el 17, con 527 yardas, fue el undécimo más difícil en 2020, el quinto en 2018 y el sexto en 2019. Complicados, por supuesto, pero no imposibles. Hay algo que no le termina de cuadrar a Rahm en esos dos hoyos. Veremos si es en 2022 cuando derriba esta barrera.
Sea como fuere, en líneas generales hay que decir que Kapalua le entra por el ojo a Jon. Su parcial acumulado en cuatro años es de -57, llegó a -20 el año pasado y su destrozo en los pares 5 es especialmente notable. Hay cuatro pares 5 en el Sentry (5, 9, 15 y 18) y su acumulado aquí es de -45. Se trata, sin duda, de un buen lugar para volver a competir después de casi tres meses.
