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La muerte de Kobe Bryant tiñe de luto el torneo de San Diego

Leishman supera a Rahm y se lleva la victoria en el Farmers más triste

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Marc Leishman, con el trofeo del Farmers © Golffile | Phil Inglis
Marc Leishman, con el trofeo del Farmers © Golffile | Phil Inglis

El australiano Marc Leishman (-14), de 36 años, ha protagonizado una brillante remontada para llevarse la victoria en el Farmers Insurance Open de San Diego. Un triunfo ensombrecido por la noticia del fallecimiento de Kobe Bryant, leyenda del deporte y uno de los mejores jugadores de toda la historia de la NBA, en un trágico accidente de helicóptero a poco más de 200 kilómetros de Torrey Pines.

Los primeros informes sobre el accidente de Kobe, en el que también han perdido la vida su hija Gianna Maria, de 13 años, y otras siete personas más, corrieron como la pólvora por el campo sur del famoso club de La Jolla cuando los últimos grupos de participantes se encontraban entre los hoyos 6 y 9. Sin embargo, fueron muy pocos los jugadores que tuvieron conocimiento de lo ocurrido. Ni siquiera Tiger Woods (-9), buen amigo de Bryant, al que conocía desde hace más de 20 años.

El Tigre fue informado del accidente por su caddie, Joe LaCava, en el camino que va desde el 18 de Torrey Pines hacia la sala de firmas, al finalizar su ronda. Devastado por la noticia, mantuvo el tipo, firmó autógrafos a los fans y atendió a los periodistas: «No he sabido nada hasta que Joe me lo ha dicho al salir del último hoyo. Estoy en ‘shock’, es una noticia muy triste, no sé ni qué decir, me he enterado hace cinco minutos. Es una noticia devastadora para todos, increíble, uno de los días más trágicos que recuerdo».

«Kobe era un deportista extraordinario, en cada partido no sólo se encargaba de anular al mejor equipo del rival, sino que era además el número uno ofensivamente de los Lakers. Era un jugador increíble, único. No entendía por qué la gente en la grada me gritaba ‘gana por Mamba‘, ahora desgraciadamente sí…», dijo un cariacontecido Tiger tras conocer la triste noticia. Y mientras Woods recordaba a su amigo, Marc Leishman terminaba de certificar su impresionante victoria en el torneo con un último birdie en el 18 que le permitía firmar una increíble ronda de 65 golpes, siete bajo par.

El australiano, pese a ser capaz únicamente de ‘cazar’ tres de 14 calles, se mostró absolutamente imparable con los hierros y los wedges, en especial desde la arena, y prácticamente no falló ni un solo putt en todo el día. Sólo en el 17, donde firmó su único bogey, abrió una mínima puerta a sus rivales que se encargó de cerrar con su birdie final, octavo del día, para obligar a Jon Rahm (-14) a hacer un eagle en el 18 si quería forzar el desempate.

El español pagó su catastrófico comienzo de ronda: dos bogeys y un doble bogey en los cinco primeros hoyos que le parecían descabalgar demasiado pronto de la pelea por el triunfo. A base de concentración y buenos tiros logró superar el bache y volver a soñar con una mínima opción de triunfo. Un eagle, tres birdies y un bogey entre en 13 y el 17, le situaron con -13, a dos golpes del líder con el último hoyo por jugar.

El de Barrika pegó un tirazo desde el tee, al centro de la calle. Y desde ahí, se la jugó con una madera 5, buscando el fondo del green. Sonrió al ver que su bola aterrizaba prácticamente en la misma posición desde la que en 2017 embocó su ya histórico putt de eagle para lograr su primera victoria en el torneo y primera de su carrera en el PGA Tour. Esta vez, sin embargo, no pudo hacer el eagle. Su bola se paró a un palmo del hoyo y se tuvo que conformar con el birdie, quedándose a un solo golpe de forzar el desempate.

En cualquier caso, Rahm volvió a brillar con luz propia una vez más logrando un sensacional segundo puesto en el torneo de Torrey Pines, un campo muy especial para él que además de estrenar su palmarés en el circuito estadounidense, fue escenario de su pedida de mano a Kelley Cahill, con la que contraerá matrimonio por segunda vez, muy cerca de este campo, tras su boda en Bilbao de final de año.

Para Marc Leishman ha sido la quinta victoria de su carrera en el PGA Tour, tras sus triunfos en el Travelers Championship (2012), Arnold Palmer Invitational (2017), BMW Championship (2017) y el CIMB Classic (2018). Y como él mismo se encargó de recordar, un domingo inolvidable para el golf australiano, que celebró el día nacional del país con su victoria y la de su compatriota Lucas Herbert al otro lado del mundo, en el Omega Dubai Desert Classic del European Tour.

Aunque lo cierto es que este domingo 26 de enero por lo que será recordado siempre es por el prematuro adiós de una leyenda del baloncesto y del deporte mundial como Kobe Bryant que dejó helado a Torrey Pines

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