Alejandro Cañizares (-14) ya es miembro del PGA Tour. Con todos los derechos. Con todos los honores. Con toda la emoción. Con el PAR en el día. Y con 'otro' par también…
Ha finalizado la sexta y última jornada de la agotadora Final de la Escuela de clasificación para el circuito americano, disputada en el Orange County National Golf de Winter Garden, Florida, y Alejandro Cañizares le ha dado esta magnífica buena nueva al golf español, al que no le sobran los jugadores en el más importante de los circuitos.
Suele decirlo su hermano Gabriel, profesional de golf como él, y haciéndonos eco de sus palabras, lo repetimos en esta web el pasado miércoles, cuando se iniciaba esta larga y tortuosa travesía: Alejandro consigue todo lo que se propone. Es una manera de hablar, por supuesto, pero en este caso se ha cumplido. Enhorabuena.
Y el caso es que la última jornada ha sido de auténtico infarto, pero Cañizares ha sabido reaccionar justo cuando lo necesitaba y, después, ha mantenido la solidez, ha gobernado con mano firme sus nervios y se ha metido entre los elegidos con un margen de un solo golpe (25 y empatados obtenían la tarjeta). Él ha firmado un globar en seis días de -14, y los -13 se han quedado a las puertas… Ya lo ven: seis jornadas, 108 hoyos, más de cuatrocientos impactos con la bola, y al final te metes por un golpe de menos. Bendito golpe de menos.
De entrada, Cañizares se subió (y nos subió) a una montaña rusa… Hizo birdie en el hoyo 1, pero a continuación firmó un bogey en el hoyo 2; volvió a la carga con birdie al 4, e inmediatamente lo bloqueó con un bogey en el 5… Él, como todos, había hecho sus cuentas y sabía que iba a necesitar una tarjeta de -1 o un -2 si quería amarrar la tarjeta sin esperar más resultados que el suyo; intuía que el PAR en el día podía valerle (como así fue), pero entre certezas e intuiciones hay que seguir dándole a la bola… En el hoyo 8 sufría un grave contratiempo al hacer un doble bogey en este par 3 de 200 metros que se le ha atragantado durante todo el torneo (le ha hecho un +3 en las tres rondas que ha jugado en el recorrido de Crooked Cat). Esos momentos son muy complicados, y más para un joven jugador. Sin embargo, Alejandro mostró su cara má competitiva. Había que apretar los dientes y lo hizo.
Con los nueve segundos hoyos por delante él ya imaginaba que iba a neceistar como mínimo jugarlos dos bajo par. Como mínimo. Y eso es lo que hizo. En lugar de disparar los índices de adrenalina y de forzar la situación, aguardó a que esta llegara y firmó dos birdies consecutivos en los hoyos 13 y 14. A partir de ahí… A falta de cuatro hoyos realmente no se sabía (y él mucho menos) si el -14 global que marcaba en ese momento iba a valer. En esas circunstancias lo que hay que amarrar es, al menos, el resultado que ya llevas. Acabó con cuatro pares, y a esperar. Finalmente, los -14 se situaban en el puesto 23 y se metían (han obtenido la tarjeta 26 jugadores)…
Cañizares ha jugado seis días al par o por debajo del par, cimentando su gloriosa entrada en el circuito americano en una segunda jornada majestuosa, en la que le hizo un -10 al recorrido de Panther Lake. No se ha visto una tarjeta mejor en el registro global de ninguno de los más de 160 jugadores que iniciaron esta Final. Eso sí, el líder Franck Lickliter II hizo dos 62, en ambos recorridos (Crooked y Panther), para finalizar hoy con un -29 total de otro planeta. Sin embargo, el otro 62 de la semana llevaba la firma del zimbauo Brendon de Jonge, que se salió el primer día en Panther Lake… y que ha terminado fuera de las 25 primeras plazas.
Un jugador argentino, Miguel Ángel Carballo, puede servirnos de ejemplo para mostrar lo cruel que puede llegar a ser una competición de estas características. Carballo se veía ya con la tarjeta al plantarse en el tee del hoyo 16 de Crooked Cat con un -17, pero a partir de ahí firmó un doble bogey, bogey y bogey que le ha dejado fuera por un solo golpe. La vida de un deportista puede ser muy dura…
