Sergio García (-6) se ha colocado en todo lo alto de la clasificación del WGC Cadillac Championship con una vuelta excepcional de 66 golpes sin bogeys.
Ha sido una de esas lecciones magistrales que ofrece el jugador español cada vez que su golf fluye suave y libre como la seda.
Sergio lleva tiempo jugando bien, muy bien por momentos, pero no terminaba de encontrar esa excelencia. Y no es una manera más o menos literaria de hablar. García siempre tiene grabado en su cabeza dar el golpe perfecto. Es como entiende este deporte, aunque en ocasiones le juegue malas pasadas. Es un golfista de sensaciones, ya lo hemos dicho en muchas ocasiones, y las sensaciones eran buenas, pero no extraordinarias. Y cómo puede entender el común de los mortales este matiz a simple vista tan insignificante. Pues sólo hay una manera: seguir una vuelta de 18 hoyos como la de hoy y disfrutar de cada golpe.
Sergio admitía después de la ronda que hoy ha encontrado ese punto que le faltaba. Que ha manejado la bola a su antojo. Que ha podido diseñar y ejecutar esos golpes al draw que tanto le cuestan cuando la confianza no está al ciento por ciento y que le arrancan una sonrisa cada vez que salen tal y como había pensado.
Empezaba bien, con dos birdies en el 1 y en el 2, y ya no bajó el pistón. Cazó el noventa por ciento de los greenes y se fue dejando un montón de opciones de birdie. Su vuelta podría haber sido aún mejor. Y no es una exageración. Comparte el liderato con Tiger Woods, Bubba Watson, Graeme McDowell y Freddie Jacobson. Casi nado. Sin embargo, a nadie que hoy lo haya seguido le hubiera extrañado lo más mínimo verlo arriba en solitario.
En el 17 hacía su último birdie tras un tiro magistral a menos de dos metros de bandera. Repetía tirazo en el hoyo final, pero esta vez no entraba el putt. La grada del 18 se lamentó como si fuera una puñalada. Sabían que su tiro merecía el birdie.
Sergio llevaba grabado en su cabeza desde hace tiempo encontrar ese punto de su juego en el que las sensaciones se disparan y toman el mando. Lo llevaba grabado de una manera figurada y también literal. En su gorra lucía ‘#ier’, el lema de la nueva campaña de su marca que significa “siempre a más, cada vez un poco más y mejor”.
Esto no ha hecho más que empezar. Es sólo la primera vuelta. Por eso, Sergio recoge el guante del lema. “A ver si es verdad y conseguimos ir a más y más esta semana, no sólo hoy”. Si es así, ya lo saben, siéntense y disfruten del espectáculo.
