Shane Lowry (-6) se ha hartado hoy de enchufar trancos en los greenes de Bay Hill y es el líder de un Arnold Palmer Invitational que marcha apretadísimo después de la primera jornada. De entrada, el irlandés clavaba uno de trece metros en el hoyo 2. Luego se permitiría el lujo de firmar un parcial de cinco menos en sólo cuatro hoyos, los que van del 10 al 13, embocando por aquí y por allá desde distancias que iban de los siete a los diez metros. Es una interesante manera, desde luego, de mojarle la oreja a este maravilloso campo, la casa del Rey, del señor Palmer, a quien le cautivaba más el perfil USGA, en lo que se refiere a la preparación de los campos, que las exuberantes ferias de birdies.
Y no, no es Bay Hill un escenario injusto o llevado a ningún límite ridículo. Simplemente es duro, correoso. En cuanto andas fuera de sitio te penaliza. Y más duro y correoso que puede llegar a ser esta misma semana si no cae agua sobre esta esquina de Orlando y los greenes van ganando en firmeza, tal era la hoja de ruta habitual de Palmer, como lo es de Jack Nicklaus en su torneo, el Memorial. Estas dos leyendas siempre fueron partidarios de preparar los campos con el objetivo primordial de identificar realmente al mejor jugador en todas las parcelas del juego.
Por eso, un año más, este torneo pone los dientes largos. Quedan por delante 54 hoyos en los que realmente puede ocurrir todavía de todo. Ni siquiera puede descartarse ahora mismo que Rory McIlroy (+1) pudiera meterse en la pelea el domingo. El Número 2 del mundo, aspirante esta semana al trono, ha repetido el patrón de anteriores citas: excelentes tramos de juego y algunas lagunas insondables. Y el del trono, Scottie Scheffler (-2), pues nada, que también ha marchado en la línea de todo su 2024. Bien, sólido, pero sin llegar a exprimir en plenitud las rondas de golf, de nuevo lastrado en los greenes (vaya cruz la que porta el texano). Hoy arrancaba enchufando algunos putts cortos, esos que tanto se le atragantan, pero su balance final en los greenes volvía a ser muy pobre: 55º en la estadística de SG:Putting. 55º de 69 jugadores, no lo olvidemos. Nada, que no hay manera.
A un golpe de Lowry se han colocado Hideki Matsuyama (-5), mucho ojo con la capacidad impredecible de combustión del nipón, ganador del último Signature Event en Riviera, y Justin Lower (-5), que no falte la cenicienta de turno, dicho con todos los respetos. Y ahí, en un margen de dos, tres o cuatro golpes ya nos encontramos también con los Burns, Theegala, Zalatoris (que sigue asomándose…), Thomas, Taylor, Straka, Scheffler, Harman, Spieth, Day, Min Woo Lee o Morikawa, entre otros. El que andaba hoy algo más perdido era Kurt Kitayama (+6), el defensor del título. Y mañana es jornada de corte (pasan los cincuenta mejores y empatados, así que a lo mejor no llegan ni a quince los jugadores que se quedan fuera), así, como debe ser y los señores Palmer, Nicklaus y Woods demandan.