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El golfista de Seattle gana el Farmers Insurance Open en el playoff a Will Zalatoris

Luke List cierra el círculo ante un Jon Rahm que lo rozó con los dedos

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Luke List © PGA Tour
Luke List © PGA Tour

Nueve años y 205 torneos después, Luke List (-15) cerró el círculo y se unió por fin al grupo de ganadores de torneos del PGA Tour. Y lo hizo a lo grande, en un escenario majestuoso como el Campo Sur de Torrey Pines, acompañado por su familia, y tras imponerse a Will Zalatoris (-15) en un agónico playoff que dejó para el recuerdo un golpe maravilloso.

En el primer hoyo del desempate, con la tarde cayendo sobre la costa de San Diego y el temor real a que el desenlace del Farmers Insurance Open tuviera que aplazarse al domingo por falta de luz, el golfista de Seattle, que cumplió 37 años a mediados de mes, lanzó un dardo teledirigido desde la calle para dejar la bola a poco más de un palmo del hoyo y asegurarse un birdie que, a la postre, le dio la victoria.

Antes, el bueno de List ya había dado sobradas muestras de su talento. Cuatro birdies seguidos entre el 3 y el 6 le habían permitido situarse muy arriba en la clasificación, aunque aún no parecía una amenaza para los integrantes de los últimos partidos del día. Una genialidad embocando desde el búnker en el 12 para birdie y un hierrazo desde el tee del 16 para dejarse otro birdie más casi hecho empezaron a demostrar que iba en serio. Y aunque un doloroso bogey en el 17 pareció dejarle fuera, en el par cinco del 18 se aferró con uñas y dientes a las pocas opciones de las que parecía disponer.

Su golpe desde el tee se fue al rough por la izquierda. Su intento de recuperación no logró encontrar la calle y aterrizó en otra zona de hierba alta. Y su approach le dejó un putt para birdie de cuatro metros con una pendiente diabólica. Pero con un toque sutil, con la fuerza precisa y dejando que la bola rodara lentamente, firmó un birdie final para un 15 bajo par que le ponía líder en Casa Club y aumentaba la presión al resto de aspirantes.

A partir de ahí, sus rivales fueron sucumbiendo uno a uno a la fiereza de Torrey Pines. Justin Rose (-13), que llegó al 18 con opciones de alcanzarle en la clasificación con un birdie o incluso superarle con un eagle, fue el primero, mandando al agua su segundo golpe. De haber sabido cómo terminaría este Farmers, seguramente habría jugado un golpe más conservador para intentar al menos apuntarse al playoff…

Después le tocó a Jason Day (-13), que después de unos primeros hoyos muy tibios, se reenganchó por completo con una genialidad, embocando para eagle desde la calle en el 14 (se convirtió en el tercer jugador en toda la historia del torneo en hacer en dos golpes este hoyo). Por desgracia para el australiano, que está cerca de cumplir cuatro años sin ganar en el PGA Tour, sólo fue un espejismo y en el 16 y el 17 enterró todas sus opciones. Y por último, le llegó el turno a Jon Rahm (-14)

El de Barrika, como de costumbre, nunca le perdió la cara al torneo. Ni siquiera después de dos bogeys en sus cinco primeros hoyos y varios putts fallados que le habían distanciado de la cabeza. Entre el 7 y el 9 firmó tres birdies consecutivos para recuperar el terreno perdido, y después de defenderse de las trampas en el comienzo de los segundos nueve, llegó el momento decisivo para él.

En el 15, después de un gran drive desde el tee al centro de la calle, buscó el trapo para pelear por una opción de birdie que le permitiera encaramarse al liderato junto a List y Zalatoris. Pero en esta ocasión le faltó precisión y suerte. Su bola se quedó incrustada en la arena del búnker de green y tras una recuperación imposible, cedió su tercer bogey del día, situándose a dos golpes de la cabeza con solo tres hoyos por delante.

En el 16 salvó el par con dos putts. Y en el 17, cuando todo parecía perdido, surgió una vez más el Jon Rahm inconformista, el que jamás se rinde, el que apura hasta la extenuación cualquier mínima posibilidad de ganar por imposible que parezca, intentando repetir lo que ya hizo en 2017, cuando conquistó este mismo torneo viniendo desde atrás, y el año pasado, cuando se impuso en el US Open en este mismo campo jugando el penúltimo partido del día.

Después de un pitching wedge al centro del green, embocó un tremendo putt para birdie desde más de ocho metros de distancia que le permitía pinchar su bola en el tee del 18 con opciones de empatar en el primer puesto, si hacía otro birdie como en su primer triunfo en un major, o incluso ponerse líder en solitario si era capaz de emular el icónico eagle que firmó hace un lustro para estrenar su palmarés en el PGA Tour.

La opción de eagle quedó enterrada en la arena del búnker de calle tras su primer golpe, un drive que cerró demasiado. Pero por la de birdie peleó hasta el final con un tercer tiro con mucho retroceso que le dejó un putt desde unos seis metros, cuesta arriba. Por desgracia para Rahm esta vez no quiso entrar y se quedó con la miel en los labios, a un golpe de poder pelear por el título, pero de nuevo entre los tres mejores y reteniendo el Número 1 del ranking mundial haga lo que haga este domingo Morikawa en Dubai.

Quien sí tuvo posibilidad de dejar a List sin su ansiada victoria fue Will Zalatoris. Comenzando el día como colíder, completó una ronda sólida, sin excesivos errores, y manejando con solvencia la situación en todo momento. Así llegó al 18, con todo en su mano para sellar un primer triunfo que sólo parece cuestión de tiempo. Y lo pudo hacer con un putt de poco más de dos metros y medio, desde la misma zona por la que pateó Jon, que se quedó literalmente pegado al borde del hoyo, por la parte izquierda, sin querer entrar.

Luke, que llevaba más de dos horas en el putting green por si el Farmers le daba la oportunidad de pelear por el título, no tardó en subirse al buggy camino del tee del 18 para intentar que su suerte al fin cambiara. A todo un currante del golf, con más de 11 millones en ganancias y que sólo había tenido opciones reales de ganar dos o tres veces, sobre todo en un playoff ante Justin Thomas en el Honda Classic de 2018, el destino le daba otra oportunidad. Y no quería dejarla pasar…

Lo logró en un playoff apasionante en el que tanto él como Zalatoris se marcaron desde el primer instante. Los dos mandaron sus golpes desde el tee al búnker, con bolas separadas por menos de un palmo que obligaron a rastrillar la arena tras el segundo tiro del futuro campeón. Y los dos calcaron sus segundos golpes a la calle. Ahí surgió el talento de Luke List para mandar un wedge teledirigido con el que se dejaba el birdie hecho. Y toda la presión de nuevo para Zalatoris, casi en el mismo sitio que unos minutos antes, y con el mismo desenlace… putt fallado y oportunidad al limbo.

Después del primer playoff en la historia del torneo entre dos jugadores que aún no habían ganado en el PGA Tour, Luke List alcanzó por fin su sueño. Pasa a ser el primer americano en ganar su primer torneo en la gira en Torrey Pines desde Jay Don Blake en 1991 completando una remontada impresionante: en los últimos 40 años sólo el 0,8% de los ganadores se impusieron tras arrancar la última ronda en el 19º puesto o peor, justo lo que hizo hoy el de Seattle

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