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Luke y Chema, en apuros en Hilton Head

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Luke Donald (+4) y José María Olazábal (+5) no han tenido un buen comienzo en el RBC Heritage que se disputa en el Harbour Town Golf Links de Hilton Head, en Carolina del Sur…

Donald necesita acabar entre los ocho primeros para mantener el Número 1 del mundo, mientras que Olazábal ha sufrido un día duro en la oficina.

El recorrido de Hilton Head no regala nada. Es muy duro y ya se aprecia en los primeros resultados del torneo. Terminado el turno de juego de la mañana, apenas seis jugadores están bajo par. No es un campo largo, pero sí muy estrecho. Es muy fácil complicarse la vida y acumular penalidades. El líder provisional es Jim Furyk (-3), al quien el campo le va como anillo al dedo.

Donald se juega esta semana algo más que quedar bien con RBC, uno de sus principales patrocinadores. El golfista inglés necesita acabar entre los ocho primeros para evitar que Rory McIlroy lo supere en el ránking mundial el próximo lunes. El norirlandés no juega esta semana, pero dividirá por 49 torneos en lugar de por 50 como actualmente, por lo que su media de puntos crecerá y superará a Donald. Sólo lo puede evitar sumando una buena cantidad de puntos en un torneo en el que acabó segundo el año pasado. Curiosamente, fue en esta misma cita donde Luke tuvo la primera oportunidad para ponerse como Número 1, pero no lo hizo ya que necesitaba ganar el torneo.

Donald ha empezado con una vuelta de 75 golpes, muy lejos de ese deseado octavo puesto. El inglés sólo ha podido hacer un birdie por tres bogeys y un doble bogey.

José María Olazábal ha tenido un día duro y ha salvado los muebles. Podría haber sido mucho peor. El jugador de Fuenterrabía ha hecho 76 golpes después de coger sólo cinco greenes. Ha sido un día de machete entre los dientes para ir salvando pares y mantenerse con vida en el torneo. Chema lo ha vuelto a hacer. Es un mal comienzo, pero aún podrá pasar el corte con una buena vuelta el viernes. De los trece greenes que ha perdido, ha conseguido recuperar en ocho ocasiones. Es un espléndido ejemplo de la constante lucha de Olazábal en un campo de golf.

El capitán europeo de la Ryder no ha tenido la mejor de las mañanas en el juego largo, pero ha ido solventado como ha podido los problemas con un gran juego corto y siendo certero con el putter. Lástima que haya terminado con bogey en el 9 tras fallar un putt de algo menos de dos metros después de hacer otra gran recuperación. Su acierto en los greenes que ha cazado no ha estado nada mal. Ha hecho dos birdies de cinco. Una buena estadística que invita a pensar que si mañana consigue enderezar un poco el juego largo, veremos al vasco en la pelea el fin de semana.