Matt Jones (-9) ha firmado una de esas vueltas difíciles de olvidar en la primera jornada del The Honda Classic. El golfista australiano ha entregado una tarjeta de 61 golpes en el PGA National y se ha puesto líder absoluto del torneo. No se le puede pedir mucho más a un jueves en Florida. Es su vuelta más baja de siempre en el PGA Tour, la mejor primera ronda en el torneo desde que llegó a este campo en 2007 y ha igualado el resultado más bajo. Brian Harman también hizo 61 golpes en la segunda ronda de 2012. Lo que ha hecho Jones es muy, muy especial.
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Cualquier ronda de 61 golpes es para enmarcar, pero en el PGA National tiene su cabe aún más mérito. Es uno de los campos más exigentes del circuito americano. Jones ha edificado su gran vuelta en dos magníficas rachas. Ha hecho cuatro birdies consecutivos entre los hoyos 2 y 5 y otros tres más de una tacada en el 16, 17 y 18. Palabras mayores. Ha escapado de la Trampa del Oso con un parcial de dos bajo par. Eso es ponerle la correa y llevártelo a casa. Recordemos que la media de golpes histórica entre los hoyos 15 y 17 es de casi cuatro sobre par. Háganse una idea de la burrada que han registrado hoy el golfista oceánico.
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Ahora es cuando uno se pone a mirar los resultados más recientes de Jones y dice: claro, es que venían jugando muy bien, se veía que algo así podía ocurrir. Pues no, no crean. No es que su golf fuera un desastre en las últimas semanas, pero tampoco había sido para tirar cohetes. Su único top ten en los últimos cinco meses fue un octavo puesto en el Genesis Invitational. Más allá de eso sí es cierto que hay que poner en su haber una importante consistencia. En este tiempo sólo había fallado un corte.
Jones tiene tres golpes de ventaja sobre Aaron Wise y Russell Henley, uno de los jugadores que sabe lo que supone ganar este torneo, y cinco sobre Scott Harrington, Kevin Chappell, Cameron Davis, Steve Stricker y Joseph Bramlett. Estos tres últimos han sido los mejores jugadores de un turno de tarde mucho más complicado por el viento. Ojo con el vueltón de Stricker con sus más de 50 años. Su putter ha vuelto a funcionar a las mil maravillas. Realmente, Jones ha ha dado un golpe de efecto al torneo.
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El resultado de Matt Jones no debe llevar a engaño. El PGA National es un hueso muy duro. Ahí tienen los resultados de Graeme McDowell (+9), Rory Sabbatini (+9), Henrik Stenson (+8) o Martin Kaymer (+7) para corroborarlo. En este sentido, no ha sido un buen día para Rafa Cabrera Bello (+5). Ha tenido que bailar con la más fea por el viento y su juego largo no ha estado tan preciso como se requiere en estas situaciones. Sólo ha cazado uno de cada tres greenes. Muy poco. Muchas lucha todo el día para salvar pares y pocas opciones de birdie. Se le pone cuesta arriba el torneo. Este viernes necesitará como mínimo una vuelta dos o tres bajo par para darse una opción de pasar el corte. Provisionalmente, la línea entre los que jugarán el fin de semana y los que no está puesta en +1, aunque lo normal es que mañana se vaya a +2 ó +3.
Mención especial para la vuelta y, sobre todo, el final de la misma de Lee Westwood (PAR). El inglés ha conseguido salvar los muebles en los dos últimos hoyos con dos tiros soberbios en el 17 y 18. Sigue vivo en la pelea por pasar el corte y a ver qué es capaz de hacer mañana jugando por la mañana.
Por cierto, hablando de la Trampa del Oso, Adam Hadwin, jugador que tenía el mejor parcial histórico en estos tres hoyos junto con Russell Knox (-6), ha tenido hoy que morder el polvo. Ha hecho un parcial de +2 con un doble bogey, un bogey y un birdie. Knox ha hecho el par con un birdie, un bogey y un par.
