Inicio Grandes Circuitos PGA Tour McIlroy apoya los cambios en la política anti-dopaje del PGA Tour
El norirlandés ve convenientes la realización de controles con análisis de sangre

McIlroy apoya los cambios en la política anti-dopaje del PGA Tour

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Rory McIlroy © Golffile | Ken Murray
Rory McIlroy © Golffile | Ken Murray

Rory McIlroy se ha puesto de lado del PGA Tour expresando su total apoyo a las modificaciones que introducirá en su reglamento sobre los controles anti-dopaje, con análisis de sangre y una revisión completa de la lista de sustancias prohibidas para que coincida con las de la Agencia Mundial Anti-Dopaje para la temporada 2017-18.

El año pasado, el norirlandés ya expresó públicamente su preocupación por la falta de pruebas anti-dopaje en el golf en comparación con otros deportes olímpicos y abogó por la inclusión de análisis de sangre a los golfistas.

El PGA Tour confirmó este martes que las pruebas de orina seguirían siendo las más habituales, pero que se incluiría la detección de sustancias prohibidas, en especial la hormona del crecimiento, mediante análisis sanguíneos. Además, el circuito americano tiene previsto otorgar mayor transparencia a las posibles suspensiones por el uso de sustancias dopantes.

«Si no hacemos análisis de sangre, no estamos haciendo todo lo que podemos para asegurarnos de que el golf es un deporte limpio. Así que, obviamente, me complace la noticia», aseguró McIlroy al Daily Telegraph antes de comenzar su participación en el Travelers Championship.

«Si el golf quiere ser un deporte olímpico, tiene que subirse al carro del resto de los deportes. Además, no creo que nadie deba tener miedo, no creo que el golf tenga ningún problema de posible dopaje, aunque sí hay que tener mucho cuidado con lo que se toma. Pero eso es parte de ser un deportista profesional», señala Rory.

El norirlandés, tras la decepción que le supuso no pasar el corte en el US Open de Erin Hills, afronta esta semana una nueva oportunidad de seguir mejorando su juego y recuperarse al 100% de los problemas de costillas que ha arrastrado desde principios de año. Y mira con optimismo al futuro: «Siempre sentí que este 2017 sería un año de transición… Pero todavía tengo dos Grandes por delante y me gustaría terminar bien».

«Además, si miro hacia atrás, a mis primeros 10 años como profesional, estoy contento con cómo está yendo mi carrera. Pero estoy convencido de que en los próximos 10 años puedo hacerlo aún mejor», concluyó McIlroy.