Rory McIlroy no empezó bien el Wells Fargo Championship, su torneo de cabecera en Estados Unidos, la cita que ha ganado en dos ocasiones, donde estrenó su palmarés en el PGA Tour y en la que este año defiende título.
Llegaba fresco a Quail Hollow, con ganas, después de haber jugado apenas 18 hoyos desde que terminó el Masters de Augusta. Sin embargo, la puesta en escena en los primeros nueve hoyos fue para olvidar. El norirlandés firmaba dos bogeys y un doble bogey y se situaba en el fondo de la clasificación. Ahí fue cuando se dio cuenta de que algo estaba haciendo mal. «Estaba pensando demasiado en la técnica, en hacer buenos swings, en pegar buenos golpes y dejé de pensar en el resultado. A partir de mi hoyo diez cambié mi manera de jugar y salió bien», aseguró. Y tanto. Hizo cuatro birdies y un bogey del 1 al 9 y salvó los muebles. Acabó con +1, a un golpe del corte provisional. El ritmo de competición también se pierde.
Los líderes del Wells Fargo tras la primera ronda son Steve Wheatcroft y Andrew Loupe, ambos con -7. Lo más curioso es que los dos jugaron juntos, aunque no revueltos. Nos explicamos. Cada uno hizo 65 golpes de maneras muy diferentes. Mientras Wheatcroft tuvo una jornada muy movida con dos eagles y un parcial de seis bajo par en los pares cinco, Loupe resolvió la tarjeta sin bogeys. Dos caminos distintos para un mismo objetivo. Eso sí, el pegador es Loupe. Cosas veredes, amigo Sancho. Por cierto, Jim Furyk firmó 73 golpes. «No puedo pedir mucho más ocho meses después». Recordemos que Furyk ha regresado a la competición esta semana tras ocho meses de baja por una lesión de muñeca. Pincha aquí para ver los resultados en directo.
