El PGA Tour ha empezado el año con el pie cambiado…
La Carrera a Dubai ha restado muchos titulares a la primera potencia de golf del mundo y las lesiones de Tiger Woods, Vijay Singh y Anthony Kim parecen tener anestesiado al público norteamericano. Por todo ello, se esperaba el debut de Phil Mickelson como agua de mayo. El de San Diego salió rana.
Mickelson ha debutado en su lugar preferido, el FBR Open, en Scottsdale, Arizona, a escasos kilómetros de la universidad donde cursó sus estudios de psicología y en la que se conviritió en un héroe. Sin embargo, su primera ronda del año ha sido un fiasco. Firmó 76 golpes, la tercera peor tarjeta del día.
Empezó el año con un doble bogey en el hoyo 1 y se ha quedado muy lejos de jugar el fin de semana. La única vez que Mickelson falló el corte en su primera aparición de la temporada aún era un chiquillo amateur.
Cuando uno ve la tarjeta de Mickelson y encuentra dos doble bogeys y tres bogeys, por sólo dos birdies, le mejor es ir directamente a ver el rendimiento de su driver. Apenas cogió tres calles y en dos ocasiones se le vio enfrascado entre cactus.
Pero Mickelson no es el único ilustre que ha hecho agua en Arizona. Los mismos 76 golpes firmó Stuart Appleby y Luke Donald, mientras que Ángel Cabrera se fue a los 79.
Así las cosas, y a falta de que nueve jugadores puedan finalizar su vuelta, suspendida por falta de luz, los líderes son Lucas Glover y James Nitties (-6), un rookie australiano cuyos hobbies son salir con los amigos, las chicas y las películas. En Arizona ha encontrado su paraíso.
