Phil Mickelson (–12) tuvo un inicio de ronda más bien anodino en el Colonial Country Club donde mañana concluirá el Crowne Plaza Invitational. Realmente no pensaba que eso fuera a poner en peligro su liderato. Pero en un campo que invita al birdie, el que no corre, vuela. La cosa no estaba para dejar pasar cinco hoyos sin birdies…
El zurdo de oro, el mago del juego corto, el hombre de los cinco wedges, o como quieran ustedes llamar al bueno de Phil, no tuvo oportunidad de ver un marcador con la clasificación hasta el hoyo 6, y lo que vio no le gustó nada. "Cuando llegué al tee del 6, vi que estaba a tres o cuatro golpes del líder. Fue un abrupto despertar", señalaba Mickelson tras la jornada.
Por delante de Mickelson se encontraba un grupo de jugadores no estadounidenses que trataban de asaltar al líder por sorpresa. Los conjurados eran el australiano Rod Pampling (–11), que firmó la tarjeta del día de 63 golpes; el canadiense Stephen Ames (–11), que completó su tercera ronda en 64 golpes con 6 birdies y ni un solo bogey; y el sudafricano Tim Clark (–9).
Phil reaccionó a tiempo y acabó firmando una tarjeta de 65 golpes (dos bogeys y hasta siete birdies) que le mantiene líder para la jornada del domingo.
Mickelson ha salido como líder en domingo 27 veces a lo largo de su carrera, y en 19 de ellas ha conseguido alzarse con el triunfo, la última en el Northern Trust Open que se disputó el pasado mes de febrero y que representa su única victoria este año. Sin duda un promedio intimidatorio para el grupo perseguidor. Mañana, el desenlace.
