Colin Montgomerie es un excepcional jugador de golf que ha tenido que cargar durante toda su vida con la pesada cruz de no haber podido ganar un grande, algo que no se digiere bien para alguien que ha conquistado ocho ordenes de mérito del circuito europeo y más de 30 torneos.
Tampoco había ganado nunca en Estados Unidos. Es su historia negra. Hoy, al fin, en Michigan, ha podido mandar a paseo una parte de esa leyenda oscura. Monty ha ganado el Senior PGA Championship, el primer major senior de la temporada que se ha disputado en el recorrido Harbor Shores. El escocés ha vencido con rotundidad, de la misma manera que hacía en sus años mozos en el European Tour. Ha firmado una rotunda tarjeta de 65 golpes en la última jornada para imponerse por cuatro de ventaja sobre Tom Watson, un buen mensaje de cara la Ryder que se celebra en Escocia, ya que aunque no tenga mucho que ver todo suma; y seis sobre Jay Haas y Bernhard Langer. Monty certificaba su victoria entre los hoyos 8 y 15, con seis birdies casi consecutivos.
La gran pregunta: ¿calma este triunfo toda la sed acumulada durante años por Montgomerie? Pues obviamente no. No es lo mismo ganar un major regular que uno senior. Que se lo pregunten, si no, a Miguel Ángel Jiménez, que pudiendo haber jugado este major esta semana en un gran momento de forma, ha preferido disputar el BMW PGA Championship pensando en la Ryder Cup.
Eso sí, tampoco hay que restarle un ápice de mérito a su conquista. Ha ganado y ha quedará para la historia. Su primer grande, con matices, sí, pero su primer grande, y su primer triunfo en Estados Unidos, al intento número 135. Se dice pronto. Monty dormirá hoy un poco más tranquilo, quizás no a pierna suelta, pero sí que ha perdido de vista más de un viejo fantasma. Resultados finales.
