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No había un golpe sobre la mesa más poderoso para el PGA Tour

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Rory McIlroy, con el trofeo © PGA Tour
Rory McIlroy, con el trofeo © PGA Tour

Rory McIlroy (-19) ha logrado la victoria en el RBC Canadian Open, torneo del PGA Tour disputado esta semana en el St. George’s Golf & Country Club de Toronto. Es la primera vez en toda su carrera en circuito estadounidense en que el golfista norirlandés logra defender con éxito un triunfo, en este caso, con tres años de diferencia, ya que desde su anterior victoria en este evento, en 2019, hasta la que ha certificado hoy, la cita canadiense no pudo disputarse por la pandemia.

Aunque lo más importante de este nuevo éxito de McIlroy, en el que ha firmado su mejor resultado en unos primeros nueve hoyos en la gira (29 golpes en la última ronda de hoy) y que le permitirá llegar con la moral por las nubes al US Open, ha sido la reivindicación que con su extraordinario nivel de juego y su épica batalla en los últimos hoyos con Justin Thomas ha hecho del poder del PGA Tour. Competir al más alto nivel como respuesta a la irrupción de las LIV Golf Invitational Series.

Durante la última ronda de este evento canadiense, con más de 35.000 personas llenando las gradas del campo, el comisionado del PGA Tour hizo una relevante aparición en televisión en la que reivindicó las enormes diferencias entre la gira americana y el nuevo proyecto saudí, al que llegó a calificar de «torneos de exhibición», restándoles valor competitivo. Y sus afirmaciones fueron acompañadas por uno de los mejores eventos de las últimas semanas en el circuito.

McIlroy pareció sentenciar el triunfo con un arranque extraordinario. En los nueve primeros hoyos hizo cinco birdies para abrir distancias en la clasificación. El primero, con un putt larguísimo en su primer hoyo del día. Y a partir de ahí, genialidades marca de la casa: chip desde el antegreen para birdie en el 6, tirazo desde la calle en el 7 para dejarse el birdie dado, recuperación desde la arena en el 9 para cerrar los nueve primeros con 29 golpes…

Un recital de golf que tuvo continuidad en el arranque de la segunda mitad del campo. En el 10 volvió a hacer birdie tras un misil de 370 yardas desde el tee y una recuperación antológica desde el rough que no entró de milagro. En el par cinco del 11, pese a fallar la calle por la derecha, tampoco perdonó. Y en el 12 firmó su cuarto birdie seguido embocando un putt de más de 12 metros. Una auténtica barbaridad para poner patas arriba al ruidoso público canadiense.

Pero Rory es capaz de lo mejor y, a veces, también de lo peor, así que él solito se encargó de darle emoción al torneo. Justin Thomas (-15), su principal rival, venía apretando desde atrás con ocho birdies sin fallo en 14 hoyos. Y justo antes, McIlroy cometía su primer error fallando un putt de par en el 13 de menos de un metro. En el 15 desperdició un putt de birdie desde menos de un metro. Y en el 16 le cayó otro bogey que abrió de par en par la puerta a sus rivales.

Pero con el torneo más abierto que nunca y Tony Finau (-17), tercer integrante del partido estelar (jugaron de tres en tres para agilizar tiempo por la climatología), metido también en la pelea, volvió a aparecer el mejor Rory con un cañonazo con el driver desde el tee del 17, un approach antológico y un birdie pateando desde un metro. Un acierto que coincidió con un bogey de Justin Thomas que dejaba el torneo completamente sentenciado.

Con una tarjeta final de 62 golpes, Rory McIlroy terminó firmando la 21ª victoria de su carrera en el PGA Tour. Una cifra con un significado muy especial en estos tiempos convulsos en el mundo del golf. Precisamente hoy el norirlandés ha superado en torneos ganados en la gira estadounidense a Greg Norman (20 victorias), cabeza visible del circuito saudí que tanto ruido está haciendo. Pero mientras los Rory, JT, Rahm, Morikawa, Cantlay, Smith, Spieth y compañía sigan en la gira americana, el PGA Tour tendrá poco que temer…

Justin Rose, a punto de firmar un 59

Otro de los detalles relevantes de esta última ronda del RBC Canadian Open fue la increíble actuación del inglés Justin Rose. Entregó una tarjeta de 60 golpes, igualando el récord del campo y sumando su nombre al de Davis Love III (Hawaiian Open, 1994) como únicos jugadores en toda la historia del circuito en hacer 60 golpes en una ronda con tres eagles.

Rose, que llega lanzado al US Open, pasó también a ser el segundo jugador desde 1983 en hacer 60 golpes en una ronda del PGA Tour con más de un bogey, tras Keegan Bradley en el AT&G Byron Nelson de 2013. Precisamente uno de esos bogeys llegó en el último hoyo, el 18, donde un mal approach desde la calle le impidió firmar un histórico 59 que habría supuesto sin duda un impulso más para el poder del PGA Tour sobre su intento de competencia.

En cuanto a Rafa Cabrera Bello (+5), único español presente en el torneo, se marcha de Canadá tras sacarse la espina de varios eventos consecutivos en el PGA Tour sin pasar el corte, pero con un mal fin de semana que le impidió pelear por los primeros puestos, su único objetivo para intentar recuperar la tarjeta. Hoy firmó una ronda de 72 golpes para finalizar 64º empatado.

Consulta aquí los resultados en directo

3 COMENTARIOS

  1. Creo que una clasificación donde arriba copen los primeros puestos tres o cuatro primeros de la clasificación mundial y al resto le queden las migajas, a los que están del 20 para abajo por ejemplo quizás si que echen un vistazo a lo que les puede ofrecer LIV Golf.
    Además con tantas tarjetas con -5 o menos no sé que tipo de golf con quieren vender. A mí la verdad es que no me gusta. Saludos.

  2. Liv 0 PGA 1. La diferencia de nivel de juego fue clave. LIV es Tik Tok, velocidad y goce instantáneo. pGA es un libro grande, complejo y leído lentamente.

    Es bueno que hayan dicho que no hay que demonizar, sino que simplemente son dos modelos distintos y cada uno elegirá lo que le que más.

    Gran episodio del Podcast, medido, equilibrado, sin prejuicios en demasía.

    Y para liarla más, no ponen los apellidos completos en la pantalla ¿quién es C.PDK?

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