¡Oh, Díos mío! Este fin de semana parece que duró una eternidad… ¡Fue como si durara un mes! Estoy tan feliz de que finalmente lo haya logrado… Me siento orgulloso por la forma en que peleé, por todo el trabajo duro que hay detrás, es increíble. Ver la bandera de Chile me dejó sin palabras, fue increíble. Creo que es uno de los campos en los que necesitas hacerlo todo bien. Tienes que pegarle bien a la bola desde el tee, jugar bien con los hierros y hacer putts muy buenos porque los greenes son muy rápidos. Me sorprendió lo bien que manejé todo. Sé que el fin de semana no jugué mi mejor golf, como en los dos primeros días (63-63), pero me impresionó la forma en que controlé la situación. Echando la vista atrás, hace un par de torneos, no gané porque mi actitud no fue la misma que aquí, y ese es un cambio positivo.
No hay palabras para describir esta victoria. Fue una semana tan buena tanto fuera del campo como dentro… Todas las noches fui a cenar con mis amigos Sergio García, Carlos Ortiz y Mito Pereira, todos estaban aquí y no hay nada más importante. Estoy muy agradecido, son increíbles. Para los latinos, su presencia nos hace la vida más fácil, más divertida, más entretenida. Jugamos 30 semanas al año y obviamente en ese tiempo quiero pasarlo lo mejor posible. Estamos juntos, jugamos rondas de prácticas juntos… Estamos muy unidos y tenemos una gran relación. Saber que están ahí apoyándome, que esperaron para ver cómo recibía el torneo, fue algo realmente especial. Estoy feliz y agradecido por los amigos que he hecho.
Este es uno de los campos de golf más difíciles que hemos jugado este año. El torneo tenía el mejor field, con los mejores jugadores, y eso me demuestra a mí mismo que puedo competir con ellos. Puedo estar arriba en el ranking mundial. Creo que me va a dar mucha confianza para lo que viene después. A principios de año empecé a jugar muy bien, en Torrey Pines (Farmers Insurance Open). Así que al llegara a Riviera me sentía muy seguro de mi juego y pude manejarlo bien durante toda la semana. Después de los dos primeros días me dije a mí mismo: ‘Tenemos que terminar el trabajo, mantener la concentración’, y lo hice bastante bien. Estaba pensando en que quería ganar. Y tuve la confianza para decir que me sentía muy bien y estaba pegándole bien a la bola. Algunos torneos antes no confiaba tanto en mí mismo como en Riviera. Me demostré que puedo tener confianza para pelear con los mejores del mundo. Me probé a mí mismo.
Obviamente, todos están aquí para competir contra los mejores jugadores del mundo, yo también. Quiero competir contra todos y ser el Número 1 algún día. Creo que no hay nada mejor a lo que estoy sintiendo en este momento. Ganar un torneo del PGA Tour, lograr un trofeo, tener allí a Tiger Woods y toda su historia… Es algo incomparable. Fue increíble tener allí a Tiger, no lo veía desde hace un año. Todos sabemos lo que pasó (el accidente), algo bastante triste. Pero ver lo bien que está progresando es increíble. Es uno de mis ídolos. Siempre lo veía en televisión, ¡aún lo hago! Tener a Tiger allí y recibir de sus manos el trofeo fue algo muy especial.
También fue increíble porque habría sido el 100º cumpleaños de Charlie Sifford, el último jugador en ganar liderando de principio a fin en este torneo. Que ocurra otra vez justo cuando debía cumplir 100 años fue una gran coincidencia. En la Casa Club se puede ver toda la historia. Fue hace mucho tiempo, ¡yo no estaba mi cerca de nacer! Pero es agradable ver todo lo que hay detrás de este torneo, es uno de los más antiguos del circuito. Y que haya gente como Charlie, que ganó aquí, y pueda ser honrado por su cumpleaños… Nunca se sabe, a lo mejor dentro de 100 años estoy en ese lugar.
Había muchos latinos en el campo, muchos chilenos, así que puedes sentir su apoyo. Estaban animando de manera diferente a como lo hace la gente de aquí. Fue especial tenerlos y poder pasar un rato con ellos. Me siguieron durante toda la ronda y pude verlos luego y hacernos una foto con el trofeo. Creo que les alegré el día.
También quiero dar las gracias al mi entrenador por su apoyo, a mi padre, mi madre, mi familia, la federación de Chile… Todos en mi país hicieron un gran trabajo ayudándome para que pudiera competir por todo el mundo, algo bueno para Chile. Estaba ganando torneos, pero lógicamente todos queremos competir aquí, en el PGA Tour. Todos queremos competir en Estados Unidos, donde están los mejores jugadores. Así que tener la oportunidad de venir con 14 años y empezar a jugar torneos contra chicos de mi edad fue algo que necesitaba y que funcionó bien.
Volví a Chile casi todo el mes de diciembre y dos semanas de enero. Más de un mes, y pude hacer de todo. Es algo que me gusta repetir cada año, volver a mi vida de siempre. Llevo algo más de tres años aquí y es una vida difícil, sobre todo para los que no somos estadounidenses y nos toca estar lejos de casa. Pero es bueno volver de vez en cuando, ver a los amigos, a la familia, hacer las cosas que hacía con 16 años… Necesitaba llevar esa energía a mi cuerpo y ahora estoy mucho mejor.
