
Taylor Moore (-7) es el primer líder del ZOZO Championship. El norteamericano es uno de los necesitados, no por los derechos de juego del PGA Tour, que los tiene bien amarrados, como por meterse entre los 60 mejores de la FedEx Cup y asegurarse así los dos primeros designados del próximo año, el AT&T Pebble Beach y el Genesis Invitational. La maniobra de hoy ha sido potente, aunque todavía queda un mundo.
Las condiciones de juego han sido buenas este jueves en el Accordia Golf Narashino Country Club de Chiba, Japón. No ha llovido y tampoco ha soplado el viento, más allá de una agradable brisa. Sin embargo, no se puede decir que los golfistas hayan destrozado el campo. Se defiende bien el recorrido nipón, con sus calles estrechas y sus greenes duros. Es un campo para estar bien afinado con el putter, ya que no es fácil dejar la bola cerca, pero ruedan tan bien las superficies que se puede embocar bastante.
Moore tiene un golpe de ventaja sobre Max Greyserman (-6), Eric Cole (-6) y Nico Echavarría (-6). Éste último, el colombiano, sí que se está jugando la tarjeta y necesita un muy buen resultado.
El ZOZO Championship ha sido el escenario elegido por algunos de los jugadores principales del PGA Tour para quitarse el óxido de los hombros y volver a competir. Se ha notado la herrumbre, especialmente en el número uno en los pronósticos, Xander Schauffele (+3). Se puede decir que el doble campeón de Grande en 2024 se ha quedado sin opciones de victoria, tremendamente lastrado por una situación de mala suerte gestionada de una manera muy errática.
Su golpe de salida en el hoyo 9 terminaba con la bola pegada a un árbol, muy metida entre raíces, realmente fea. En lugar de dropar, el Número 2 del mundo ha intentado jugarla… dos veces. Apenas la ha movido en las dos ocasiones y ha terminado dropando con penalidad. Ha terminado el hoyo, un par 4, en ocho golpes. Demoledor. Iguala su peor inicio del año, otro 73 en Pebble Beach allá por el mes de febrero. Las puestas en escena de Max Homa (+3), Hideki Matsuyama (+1), Sungjae Im (PAR) o Min Woo Lee (PAR) también han sido bastante mediocres.
A quien no parece haberle sentado mal tanta ausencia de la competición es a Justin Thomas (-4). El golfista de Kentucky, que aseguró el martes haber trabajado muy duro desde que terminó el Tour Championship en agosto, ha abierto la competición con una notable ronda de 66 golpes, con cinco birdies y un solitario bogey, mostrando mucho orden y una tremenda consistencia de tee a green. Se ha manejado bien con el óxido. Recordemos que no gana desde el PGA Championship de 2022.
Pese a este buen arranque, lo último que hará Thomas es confiarse, pues los jueves nunca han sido un problema para él en 2024. La gran dificultad que ha tenido es cuadrar cuatro buenas rondas en una semana. Ese es el desafío que tiene ahora mismo por delante. Buen comienzo también para Rickie Fowler (-2) y Collin Morikawa (-1).


