Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Olazábal se frota las manos y Quirós abre los brazos

Olazábal se frota las manos y Quirós abre los brazos

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Qué contento debe estar José María Olazábal después de la primera ronda del The Players Championship. Sólo un jugador fue capaz de alcanzar a Ian Poulter en la cabeza del torneo…

Fue el escocés Martin Laird. Dos británicos. Dos europeos mandando en suelo americano. Un primer aviso para la Ryder Cup.

No son, además, dos europeos cualquiera. Poulter estará sí o sí en la cita de Medinah en septiembre. Sólo una lesión podría apartarle de la batalla. Laird, por su parte, aún debe ganarse la plaza. Nunca ha estado en la Ryder, pero lleva tiempo demostrando potencial suficiente para representar al Viejo Continente. Es de esos jugadores a los que nadie extrañaría ver defendiendo al equipo azul, especialmente en suelo americano, territorio que conoce a la perfección.

Laird ha firmado una de esas vueltas que dejan huella en la retina de cualquier capitán. Tarjeta de 65 golpes sin bogeys. La única de toda la primera jornada. Golf de alta escuela. Sólido de tee a green y pateando de maravilla. La receta del druida para este recorrido de Sawgrass. “No me lo esperaba. No le estaba pegando bien a la bola, pero lo cierto es que hoy sí han salido las cosas”, explica.

Por contra, a quienes no les han salido las cosas han sido a los tres primeros del mundo. McIlroy y Donald han empezado al par, con muchos más momentos de sufrimiento para salvar pares que opciones de birdie. Lee Westwood (-1) sí ha podido vencer al campo, aunque sabe a poco después de haber cogido la mayoría de los greenes. Al putter de Lee le cuesta calentarse en los grandes torneos.

De los actores principales que jugaron por la tarde, sólo se salvaron Adam Scott y Bill Haas, ambos con -4, metidos de lleno en el top ten.

Álvaro Quirós (par) consiguió enderezar una vuelta que se torció muy pronto. Al paso por el hoyo 5 marchaba +2 en el acumulado. El dichoso putt volvió a jugar una mala pasada al gaditano. Sólo en los primeros siete hoyos se había dejado por el camino hasta cinco putts de menos de tres metros para birdie o para par. El más sangrante fue el del hoyo 4. Pegó uno de los tiros del día, pero falló para birdie a poco más de un metro.

No es de extrañar que el jugador español abriera los brazos al aire en el hoyo 12 tras embocar un putt de birdie de más de nueve metros y soltara una carcajada. Sigue inseguro en los greenes, desconfiado, probando. En esta primera jornada se le ha visto con una novedad: ha pateado con un grip más grueso de lo normal, aunque sin llegar a lo que lleva Choi.

La buena noticia es que su juego largo está en un momento dulce. El de Guadiaro, que tampoco tiene que echar mano del driver demasiado en este campo, cogió prácticamente todas las calles. Si consigue un día de inspiración en los greenes y recupera confianza tiene juego y margen para estar arriba el fin de semana.

Poulter toca el violín mientras Tiger y Sergio sufren

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