Ten-Golf en el BMW Championship
Sergio García vuelve al Bellerive Country Club de St. Louis (Missouri) para disputar el tercer Playoff de la FedExCup, el BMW Championship…
Lo que piensa Vijay Singh de los play offs
A pesar de que el Deutsche Bank Championship terminó hace sólo un par de días, los jugadores llegan a tiempo para jugar el ProAm y hacer una vuelta de reconocimiento.
La amenaza de lluvia (los restos del huracán Gustav llegan hasta aquí) va a estar presente desde el primer día. "Hemos tenido mucha suerte", confiesa Sergio al final del ProAm. "No pensé que podríamos acabar".
A Sergio se le nota contento. Está jugando bien y sólo un Vijay ‘sembrao’ ha impedido que se hiciera con esta FedExCup. La mitad de los reporteros de la página oficial del PGA Tour le dan como favorito esta semana, pero Sergio piensa que la FedExCup es prácticamente misión imposible a pesar de que quedan dos playoffs. "Tendría que acabar primero y primero, y Vijay … tendría que caerse por unas escaleras o algo así", bromeaba Sergio. "Tal y como está jugando, no se va a salir del top 10 o el top 15 en los dos torneos que quedan. Prácticamente se puede decir que se ha acabado".
Durante el ProAm, Sergio se mostraba elocuente y alegre. "Feliz cumpleaños", decía a uno de sus acompañantes; "Muy buen drive", comentaba a otro; "Venga, métela", animaba a un tercero, que más nervioso por el ánimo casi le volaba la cabeza a Sergio saliendo del bunker.
Los jugadores están cansados por lo seguido de los torneos, pero felices por haber llegado hasta aquí. Kenny Perry firma autógrafos y dice que se muere de ganas por empezar a jugar la Ryder Cup en Valhalla, en su Kentucky natal. Justin Leonard, otro de los hombres de Azinger, recubre con cinta nueva su putter. Un espectador observa atónito un drive de Sergio de trescientos y muchos metros y comenta a su mujer: "Creo que este chico tiene futuro en este negocio".
En el 2001, el día de los ataques terroristas en Estados Unidos, el PGA Tour estaba precisamente en Bellerive y los periodistas rememoran aquel 11 de septiembre. "Fue un momento triste", recuerda Sergio. "Pero creo que todos nos fortalecimos con aquello. Lo dejamos atrás y creo que las cosas están un poco mejor ahora".
El BMW está en marcha. Y si llueve, mejor para Sergio.
