Kenny Perry (–19) lleva un año pidiendo a gritos que le dejen participar en la Ryder Cup que se disputa este año en su natal Kentucky. Su victoria en el Buick Open, que concluyó en el Warwick Hills de Grand Blanc (Michigan), le asegura el puesto en el equipo de Paul Azinger …
Warwick Hills estuvo generoso con los birdies, y Perry supo abusar de esa generosidad, acumulando 25 birdies y un eagle a lo largo de la semana. Hasta cuatro jugadores firmaron sus cuatro tarjeta de la semana por debajo de 70 golpes, pero las de Perry fueron a mejor: 69, 67, 67 y 66 el domingo.
Woody Austin y Bubba Watson (–18), otros dos candidatos al equipo de Azinger, trataron de dar alcance a Perry, pero Austin hizo bogey en el 17 y el 18, mientras que Watson no pudo embocar un putt de cuatro metros para forzar el desempate.
Los resultados de Perry este año han sido extraordinarios. Fue tercero en el Bob Hope Chrysler Classic, décimo quinto en el The Players saliendo el domingo en el partido estelar, segundo en el AT&T Classic, ganador en el Memorial previo al US Open (que no jugó para reservarse para otros torneos donde podía conseguir más puntos para entrar en la Ryder) y, por último, ganador en este Buick Open. Ocupa el cuarto puesto en la lista de ganancias tras Tiger Woods, Phil Mickelson y Stewart Cink; y es tercero en la FedExCup a sólo siete puntos del segundo clasificado, Phil Mickelson.
El sueco Daniel Chopra, ganador del Mercedes-Benz Championship que abría la temporada, salía como líder el domingo, pero una horrenda tarjeta de 75 golpes en un campo que regalaba birdies, le descolgó hasta el puesto 17.
