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Davis Love III se cruzará medio mundo para pelear por una plaza

¿Qué son 19 horas de vuelo si el premio puede ser el British Open?

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Davis Love III © Golffile | Ken Murray
Davis Love III © Golffile | Ken Murray

Davis Love III se encuentra estos días en el Waialae Country Club de Honolulu, en Hawái, disputando el Sony Open. Un torneo en el que ha logrado pasar el corte. Lo lógico para él, una vez concluya su participación en el evento, sería desplazarse a Ka’upulehu-Kona, en el archipiélago hawaiano, para participar en el Mitsubishi Electric Championship, primer torneo de la temporada del PGA Tour Champions. Pero no…

Desde hace tiempo, Love III, de 54 años, no es capaz de resistir la tentación de recorrerse medio mundo si fuera necesario para disputar algún evento que pueda darle la oportunidad de regresar al Open Championship. Precisamente lo que hará esta próxima semana, cuando vuele 19 horas para participar en el SMBC Singapur Open, o como ya hizo en el Greenbrier Classic o el John Deree Open.

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«Cada vez que puedas jugar un torneo que pueda llevarte al Open Championship, hazlo. Esta siempre ha sido una gran razón para mí», reconoce Love, que prepara ya su desembarco en el torneo cosancionado por el Japan Golf Tour y el Asian Tour que se disputa en el Sensota Golf Club.

Los cuatro primeros clasificados que no tengan ya plaza para el último mayor de la temporada 2019, de Royal Portrush (Irlanda del Norte), lograrán algunas de las últimas plazas disponibles para participar en el gran evento de mediados de julio. Una motivación más que suficiente para Love III, que tiene además una historia relacionada.

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El golfista de Carolina del Norte, ganador del circuito en 1997 que cuenta en su haber con 21 victorias, disputó el Open por última vez en 2012, en el Royal Lytham & St. Annes de, Inglaterra. Aquella vez perdió el corte. Así que si logra volver a clasificarse, sería su 25ª presencia en el major británico, uno de los torneos por excelencia y donde su mejor resultado es el cuarto puesto de 2003.

«Hay otros factores que han tenido que ver, pero pelear por un puesto en el Open está por encima de todo», dijo. El segundo motivo, no menos importante, fue el deseo de su esposa Robin de marcharse ya de Hawái y visitar el sudeste asiático. Y el tercero y último, la invitación de los organizadores para que juegue también su hijo Dru, que no pudo lograr la tarjeta del Web.com Tour en su último intento.