Rafa Cabrera Bello (-15) ha firmado una tarjeta de 72 golpes en la última jornada del AT&T Byron Nelson, resultado de par en el día, y finaliza su actuación con una sensación agridulce y la sospecha de haber dejado escapar una buena oportunidad de acercarse al objetivo, puesto que tal registro le ha hecho retroceder hasta el puesto 21º. El canario avanza doce posiciones en la Fedex Cup, hasta el puesto 173, pero es posible que el botín le sepa a poco después de haber estado buena parte de la semana dentro del top ten.
Rafa, el tramo mágico y el colofón de una gran madera 3
Hay otro pequeño tesoro que se lleva el español de Texas, eso sí, porque de nuevo se ha visto competitivo en los puestos de arriba y, sobre todo, pegando muy bien con los hierros. Incluso en esta última jornada Rafa ha cogido muchos greenes en regulación (13/18), se ha dejado alguna buena opción por el camino y, ya puestos, sólo le ha faltado embocar algún putt de media o larga distancia que calentara de verdad la vuelta. Es muy probable que, recién firmada esta última tarjeta, Rafa haya sentido que se marchaba con la botella medio vacía, aunque tal vez mañana, una vez hecho el balance general del torneo con la cabeza fría, comience a verla medio llena…
Todo abierto en Texas: a ver quien se maneja mejor en la tormenta…
Tiene ahora por delante dos semanas de parón para seguir afilando su juego, con la confianza restablecida a pesar del disgusto final, en una jornada que también se ha enredado más de la cuenta por culpa del mal tiempo. Regresará a la competición en el Memorial, en Muirfield Village, siguiente parada del canario esta temporada gracias a una invitación de lo más oportuna. Después Rafa tiene planeado jugar la previa del US Open y, si no se clasificara para este Grande, jugaría el Palmetto Championship, que es una semana antes del US Open. Después, su idea es jugar absolutamente todo lo que pueda durante el mes de julio en el PGA Tour para tratar de amarrar una plaza dentro del top 125 de la Fedex.
Rafa Cabrera Bello: «Hay mucho por lo que luchar más allá de los líderes»
Jon Rahm (-13), por su parte, ha cerrado una semana en tierras texanas que no puede catalogarse como mala, pero que ha resultado sin duda algo sosa para sus estándares. El vasco ha firmado cuatro rondas por debajo del par, pero eso no bastaba en el TPC Craig Ranch para asomarse al balcón del triunfo. Había que hacer muy pocas todos los días y esa ha sido la clave: Jon no ha encontrado casi en ningún momento el ritmo de birdies necesario. Hoy arrancaba con fuerza (dos birdies en los tres primeros hoyos, saliendo a jugar por el 10), pero una vez más perdía enseguida la inercia e incluso se veía completamente frenado con sendos bogeys en los hoyos 14 y 17.
El momento de forma de Rahm de cara al segundo Grande de la temporada, que arranca dentro de cuatro días en Kiawah Island, no deja de ser una incógnita. Si nos remitimos a los últimos resultados, no parece llegar en un pico alto, esa es la verdad, pero también es cierto que esta semana ha mejorado sensiblemente en todas las parcelas del juego, respecto a su actuación en el Wells Fargo, donde fallaba el corte.
