Rafa Cabrera Bello (-6) fallaba el green en regulación en el primer hoyo que jugaba hoy en el Conway Farms Golf Club durante la primera jornada del BMW Championship, tercer play off de la FedEx Cup. Eso sí, no sufría nada para salvar el par. Acto seguido, aunque fuera por muy poquito, llevaba la bola de salida justo fuera del green en el par 3 del hoyo 2, usando el putter incluso en el segundo golpe y salvando también el par sin mayores complicaciones… Desde ese momento, el canario iba a cazar en regulación todos y cada uno de los greenes que restaban, dieciséis de dieciséis. Excelente ritmo, magníficos disparos, enorme solidez y una vuelta de 65 golpes que lo llevaban hasta la quinta plaza.
No está mal para empezar, teniendo en cuenta que se quedaba relativamente cerca del líder iluminado del día, Marc Leishman (-9), que firmaba un 62 en el mismo campo donde Furyk hizo un 59 hace cuatro años, y finalizaba el día en quinta posición, a un sólo golpe de su objetivo final de la semana (necesita acabar tercero al menos para meterse en el último playoff de la FedEx).
Una impecable puesta en escena y otra demostración más de que llega bien preparado para afrontar el gran reto que supone recuperar tanto terreno para meterse entre los treinta mejores del año. Y, ya puestos, una inmejorable manera de demostrar que él también está aquí para luchar por el triunfo, más allá de las cuentas y los vericuetos de la clasificación FedEx. No lo olvidemos: nunca el golf español ha sumado tres triunfos en una misma temporada en el PGA Tour ni en suelo estadounidense…
Sergio García (-3), así de entrada, no está mal situado, aunque el castellonense tampoco cumple de momento con lo necesario para situarse entre los treinta primeros. Pero marcha en la buena línea, está en la pomada, y su juego incluso ha merecido más premio: también cazaba dieciséis greenes en regulación y se dejaba alguna muy buena opción por el camino.
A Jon Rahm (-2), por su parte, le ha faltado algo más de finura en el juego largo, pero todavía tiene margen de sobra para reconquistar su plaza entre los cinco primeros de la FedEx Cup para llegar a Atlanta dependiendo de sí mismo al ciento por ciento. Lo suyo ha sido hoy cuestión de matices, de pequeños detalles. Por ejemplo, esos dos putts que erraba por los primeros nueve desde unos dos metros de distancia, uno para birdie y otro para salvar el par. Nada importante. Nada que haga pensar que en los 54 hoyos que restan no va a poder darle completamente la vuelta a la tortilla y luchar incluso por el triunfo.
