– Jim Herman (-11) y Jamie Lovemark (-11) lideran el Shell Houston Open después de tres jornadas. Saldrán en el partido estelar del domingo y ninguno de los dos ha ganado todavía en el PGA Tour. También podrían ganarse con la victoria una plaza en el Masters por primera vez en sus carreras. Veremos cómo digieren la situación. Por si acaso, a un solo golpe andan Henrik Stenson y Dustin Johnson, que algo más de experiencia sí que tienen…
– En realidad, la situación está muy apretada en el Golf Club of Houston, con trece jugadores en solo cuatro golpes. De esos trece, nueve se están jugando su plaza para el Masters: Jim Herman, Jamie Lovemark, Russell Henley, Roberto Castro, Kyle Reifers, Chez Reavie, Kyle Stanley, Si Woo Kim y Whee Kim.
– Rafa Cabrera Bello (-5) no se ha quedado muy lejos del grupo de candidatos al triunfo gracias a una tarjeta espléndida sin bogeys de 68 golpes. El canario no deja de aparecer y brillar en su ‘gira americana’ de 2016. Rafa fundamentaba esta gran vuelta en una hora de locura. La que tardó aproximadamente en jugar los hoyos 1, 2, 3 y 4 (había salido por el 10), tramo en el que encadenaba cuatro birdies tremendos. El primero, en el 1, embocando desde la arena, a cerca de treinta metros de la bandera. El segundo, enchufando un putt de más de siete metros; el tercero, con otro purazo de unos diez metros. El cuarto fue el más ‘normal’: putt de tres metros adentro.
El jugador español ha sabido esperar su momento en una semana en la que ha sufrido un poco más con el juego largo, aún dentro de su habitual consistencia. Este domingo saldrá a jugar junto a Jamie Donaldson (gran partido) con muchos objetivos por delante. Por ejemplo, el de seguir sumando puntos para optar a los derechos de juego en el PGA Tour, o bien el de mejorar y apuntalar su situación en el equipo de la Ryder.
– A Sergio García (+2), jugando junto a Cabrera Bello, le salía la cruz de la moneda, firmando un bogey y un triple bogey (dos bolas al agua en el hoyo 4) en ese mismo tramo del campo y quedándose fuera del segundo corte, el que se produce cuando se han metido en el fin de semana más de 78 jugadores.
