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Wyndham | El canario acaba quinto en un día muy irregular que finaliza con victoria de Si Woo Kim

Rafa se sube a una maldita montaña rusa

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Si Woo Kim (-21) ha logrado una de esas victorias que dejan huella. Triunfo aplastante en el Wyndham Championship, igualando el récord del torneo y destronando al gran Severiano Ballesteros como el jugador no estadounidense más joven en ganar un torneo del PGA Tour en toda la historia. Kim, de 21 años, partió con cuatro golpes de ventaja el domingo y se impuso por cinco después de ofrecer una portentosa exhibición de solidez. Sensacional desde el tee, fino en los tiros al green y demoledor con el putt. Por si había alguna duda, acabó con birdie en el hoyo 18.

Rafa Cabrera Bello (-14) terminó quinto empatado con Graeme McDowell, Brett Stegmaier, Johnson Wagner y Billy Horschel, tras entregar una tarjeta de par el último día. Un buen resultado aunque bastante alejado de las expectativas que tenía el canario. Rafa salió a ganar el Wyndham, pero pronto todo se torció para vivir una vuelta de locos al estilo de una montaña rusa.

Kim se trabajó a pulso el triunfo en una ronda final excelsa, especialmente en sus primeros nueve hoyos. El coreano fue cerrando todas las puertas con un juego extraordinario, resumido perfectamente en ese primer hoyo del día donde dejó el birdie dado con un golpe magistral desde el centro de la calle. Hizo tres birdies más hasta el 9 y amplió su ventaja a seis golpes. Sideral.

El inicio de Rafa Cabrera Bello contribuyó a este despegue de Kim. El canario tardó mucho en encontrarse a gusto en el campo. Parecía un jugador diferente al de días anteriores. No cazó su primera calle hasta el hoyo 6 y arrancó con dos bogeys, el primero por culpa de un doloroso tripateo en el 2 y el segundo tras una cadena de malos golpes en el 5. Era extraño. Todo salía mal. Daba la sensación de que la ilusión y las ganas por conseguir su primera victoria en el circuito americano le hubieran hecho salir más atenazado de la cuenta.

Comenzó a liberarse en el hoyo 6. Cogió la primera calle y empezó a jugar mejor. Este sí era el Rafa de jueves, viernes y sábado. Mostró un golf fluido y se fue dejando opciones de birdie en cada hoyo. Lo hizo en el 8. Fue un respiro, pero no la chispa que estaba buscando para encender la vuelta. En el 9 llegó otro mazazo en forma de bogey. Otro paso atrás. No sólo el líder quedaba ya muy lejos, sino que hasta se salió del top ten.

Sin embargo, este Cabrera Bello es un jugador muy poderoso y, sobre todo, muy seguro de sus posibilidades. No permitió derrumbe alguno y siguió buscando la chispa. Salvó dos pares muy buenos en el 10 y en el 11 y comenzó un festival. Se dejó una opción de birdie en el 12 de metro y medio que falló, en el 13 la dejó a un metro y medio y en el 14 dada. Fueron los dos primeros relámpagos de la tormenta. Acto seguido llegaría el trueno. Soberbio eagle desde el búnker en el hoyo 15. En un visto y no visto se colocaba de nuevo bajo par en el día.

El despegue de Rafa coincidió con el peor momento de Kim, que encadenó tres bogeys entre los hoyos 10 y 14. El canario se colocó de pronto a cuatro golpes, segundo en solitario y con tres hoyos por delante. ¿Sería aún posible la victoria? Rafa, desde luego, creía en ella, pero la ronda era una montaña rusa y ahora tocaba otra vez la parte mala.

El juego se suspendió durante una hora y media por tormenta eléctrica. Justo antes, Rafa cometía bogey en el 16. Un tropiezo doloroso. Un jarro de agua fría para Rafa. Cruel tripateo. La victoria era ya un hecho para Kim, pero el español aún podía luchar por la segunda plaza y a por ello fue cuando se reanudó el juego. Sin embargo, un mal chip en el 17 acabó en bogey. Otro revés. Otra vez la maldita montaña rusa.

Kim tuvo que retrasar la fiesta, pero se acabó llevando su primera victoria en el PGA Tour, la primera de unas cuantas advierten aquellos que lo conocen muy bien como K.J. Choi. A cinco golpes del campeón acabó el inglés Luke Donald, segundo en solitario, mientras que Matusyama y Snedeker fueron terceros y Rafa Cabrera Bello acabó en quinta posición compartiendo grupo con otros cuatro jugadores.

Acabar quinto en el PGA Tour es un muy buen resultado, pero sólo había que ver la cara de Rafa Cabrera Bello para entender que ya no le vale un quinto puesto, ni siquiera en el circuito americano. Al menos, no le cale un quinto puesto de cualquier manera. Él sabía que esta semana tenía la victoria a tiro, fue a por ella, pero salió cruz. No se preocupen, seguirá tirando la moneda hasta que salga cara. Pincha aquí para ver los resultados en directo.