Resulta complicado explicar con palabras lo que Jon Rahm (-22) está consiguiendo en el mundo del golf. Con apenas 23 años, el talentoso jugador español va camino de pulverizar todos los registros. Esta tarde, madrugada en España, ha añadido un nuevo éxito más a su cada vez más amplia hoja de servicios, imponiéndose en el CareerBuilder Challenge, tercer torneo del año en el PGA Tour.
Y no lo ha hecho de cualquier forma, en absoluto. Ha ganado a lo campeón, firmando una vuelta inmaculada en el temido Stadium Course at PGA West y sobreponiéndose a las muchas dificultades a las que se ha enfrentado en un durísimo y agónico playoff frente al estadounidense Andrew Landry (-22), al que no logró batir hasta el cuarto hoyo del desempate.
Pero vayamos por partes. El de Barrika, tras caer ayer en varias de las trampas que esconde el diseño de Pete Dye, salió al capo dispuesto a darle un mordisco al monstruo en la yugular. Y a fe que lo consiguió. Una tarjeta de 67 golpes, libre de bogeys y con cinco fantásticos birdies para ponerse líder en la Casa Club y esperar pacientemente el desenlace del último partido del día.
Todo se había puesto de cara para Jon, con su principal rival en el rough tras una mala salida en el 18. Pero, como si intuyera lo que iba a pasar, el español se fue al campo de prácticas a seguir pegando bolas para no quedarse frío. Hizo bien. Recuperación extraordinaria de Landry y un putt estratosférico para forzar el desempate.
Así fue el putt que le dio la victoria a Rahm en California
Ahí surgió el poderío de Rahm. Dispuesto a finiquitar el torneo por la vía rápida, se fabricó una muy buena opción de birdie en el último hoyo del campo, primero en el orden dispuesto para resolver los empates. Una bola de partido que, sorprendentemente, no embocó. Así que todos al buggy y de nuevo al tee del 18, a repetir la historia.
En el segundo intento las tornas cambiaron. El que tuvo el torneo en su mano fue Landry, con un putt similar al que había fallado Rahm poco antes, pero en sentido contrario. Ahí le tembló el pulso, el vértigo de la victoria, que habría sido su primera en el PGA Tour, y su bola no encontró el destino deseado. De nuevo empatados y a seguir jugando.
El duelo se trasladó al hoyo 10, donde Jon había firmado un birdie durante su ronda. Español y estadounidense calcaron sus golpes. Lo hicieron todo de forma tan, tan parecida, que terminaron fallando sendos putts de birdie para seguir con la igualdad y regresar de nuevo al 18.
El plan de ataque de Rahm tras la tercera ronda de CareerBuilder
La noche empezaba a caer sobre La Quinta y todo apuntaba a que, si tras el cuarto hoyo del desempate seguía todo igual, el torneo se suspendería hasta el lunes. Pero el de Barrika, que esta próxima semana vuelve a Torrey Pines, donde logró su primer triunfo en el circuito estadounidense, no parecía dispuesto a dejar para mañana lo que podía resolver hoy.
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Su salida desde el tee no fue especialmente buena. De hecho terminó en el rough, con un complicado golpe por delante para encontrar el green. Landry, por su parte, había salido muy bien y tenía a tiro dejarse una buena opción de birdie y, tal vez, de victoria. Pero ahí salió el talento de Jon. Golpazo sensacional, putt de media distancia perfectamente tocado, y birdie al canto.
Los mejores golpes de Jon Rahm en la última ronda del CareerBuilder Challenge
Ya sólo tenía que esperar el fallo de Landry, que no tardó en llegar, coronando a Jon como nuevo ganador del CareerBuilder Challenge. Es el segundo triunfo de su carrera en el PGA Tour y, como premio adicional, le dispara hasta el Número 2 del Ránking Mundial, superando a Jordan Spieth.
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Sólo Dustin Johnson, único jugador que ha sido capaz de ganarle en sus tres últimas apariciones, se mantiene por delante del español, cuya escalada en el OWGR es digna de estudio. Hace 577 días disputaba su primer torneo como profesional. Hoy, ya cuenta con dos victorias en el PGA Tour, otra tantas en el European Tour, y ocupa el segundo puesto del ránking. ¿Dónde está el techo de Jon, si es que tiene alguno?
