Después del top 10 con el que cerró el pasado domingo su participación en el US Open del Los Angeles Country Club, remontando posiciones con una gran ronda final, Jon Rahm está esta semana en el TPC River Highlands de Cromwell para disputar el Travelers Championship. El de Barrika le guarda especial cariño a esta evento por la invitación que recibió hace años para jugarlo siendo amateur, y en esta ocasión, ha decidido regresar aprovechando que desde esta temporada se trata de uno de los eventos designados del PGA Tour con una bolsa de premios elevada (20 millones de dólares).
El español, precisamente, ha sido el encargado este martes de abrir el turno de ruedas de prensa oficiales. Una interesante charla con los periodistas en la que, entre otras cuestiones, ha profundizado en su peculiar manera de entrenarse para la competición en el día a día. Un método basado en tiempos, algo diferente al de la gran mayoría de jugadores. En lugar de repetir un ejercicio todas las veces que sean necesarias hasta conseguirlo, Jon prefiere marcarse un tiempo y, si no lo consigue, pasar al siguiente. Una especie de simulación de la realidad en la competición con la que además, lógicamente, puede trabajar la frustración.
«Es diferente para cada uno. A mí personalmente no me parece muy productivo cuando voy al campo y hago un solo ejercicio y tengo que estar ahí hasta que lo termine, hacer tal cantidad de putts, tal cantidad de esto y aquello, porque no siento que esté dando el 100% todo el tiempo, ¿verdad? Creo que fue John Wooden, entrenador del baloncesto, quien dijo que siempre le gustaba tener una cantidad exacta de tiempo de principio a fin para que cada jugador diera el 100% en lugar de reservar energías, así que muchos de esos ejercicios que hago son cronometrados. Pueden ser ocho minutos, pueden ser 20, y si no lo consigo, es algo parecido a lo que hacemos en la vida real», explica el español.
«Puedes esforzarte todo lo que quieras, pero no siempre tendrás la oportunidad de conseguirlo, y así es el golf. Así que es más fácil para mí darlo todo en un ejercicio de diez minutos y luego cambiar al siguiente. Porque si lo haces mal, tienes que dejarlo pasar y en el siguiente intentar conseguirlo. Creo que no todo es la práctica, puedo hacer dos o tres juegos en cada aspecto del golf que en total es de una a dos horas. A veces lo hago en los primeros minutos y ya está y otras no lo consigo. Pero es una forma de poner el 100% de mi atención y concentrarme en hacer algo en ese momento y repetirlo en diferentes segmentos. Cuando haces otro tipo de trabajo, a veces necesitas repetirlo, así que no siempre es el 100% todo», detalla Rahm sobre sus rutinas diarias de trabajo.
¿Algún consejo para Wyndham Clark tras su victoria en el US Open?
«Todo lo que puedo decirle es que disfrute de la victoria tanto como sea posible. Ya sabes, si quiere centrarse en jugar esta semana, adelante, peor que se tome su tiempo para disfrutar estos momentos porque no son fáciles de conseguir. Así que debe asegurarse d celebrar en el presente y no años después, cuando no es que lo hayas olvidado, pero sí que habrá pasado».
¿Es un consejo similar al que en su día le dio Rafa Nadal tras ganar el Masters? En su día le dijo que lo celebrara… y aún no ha contado en profundidad cómo lo hizo.
«Ni lo haré (risas). No creo que se refiriera a hacer una fiesta ni nada por el estilo. Se trata, simplemente, de recordarse a uno mismo que hay que disfrutar de lo que se ha conseguido. Lo que quería decir es que, como competidores, siempre queremos centrarnos en el siguiente reto, y el golf y el tenis son similares en ese aspecto porque siempre hay un próximo torneo esperando. Así que en vez de centrarte en lo que viene y olvidar lo que has conseguido, debes recordar y reflexionar sobre lo que has hecho para poder seguir adelante. No creo que lo dijera como una fiesta o una celebración, más bien sobre reflexionar y asegurarte de que en ese momento piensas en ello, antes de que desaparezca. O al menos es lo que yo entendí».
¿Qué experiencia positiva saca del US Open de este año?
«Lo único que podría decir es que un torneo son 72 hoyos, así que no debes rendirte. Yo estaba bastante atrás el domingo por la mañana y al final me colé en el top 10, así que hay que jugar lo mejor que se pueda hasta el final. Dentro de 10 ó 20 años, cuando alguien vea que has conseguido un top 10 en el US Open, nadie se acordará de cómo lo hiciste».
¿Habría estado aquí esta semana si el Travelers no fuera un evento designado?
«Puedo decir, con toda confianza, que probablemente no habría estado aquí, a pesar de lo mucho que me gusta el torneo. Dicho esto, han hecho un gran trabajo para que los jugadores se sientan cómodos. Tener un vuelo chárter siempre facilita mucho las cosas. Quizás no para los dos o tres mejores jugadores del mundo, pero sí para tros jugadores de gran calidad que vienen a competir. Hacen todo lo que pueden. A veces, si no encaja en el calendario, no encaja. En este caso, me alegra mucho de que haya sido posible volver».
Viendo lo ocurrido en el US Open y tratándose de un campo similar, aprovechamos para preguntarte qué tipos de campos te gustan…
«Para ser sincero, me gusta todo tipo de golf. He hablado muchas veces de por qué juego bien en California. Hay muchas similitudes con los greenes de los campos en los que crecí en mi tierra y muchos campos son parecidos. Pero no podría decir un tipo de campo que me guste. Me gustan todos. No puedo elegir uno solo. Aunque sobre este tema, y aunque he ganado torneos de puntuaciones realmente bajas, prefiero los eventos que no son un festival de birdies. Que sea un reto para todos. Entre 10 y 14 bajo par al final. Por eso me gusta tanto Torrey Pines. Puedes hacer birdies, pero también hay bogeys y dobles bogeys al acecho. En condiciones más duras es donde estaría más contento, pero no puedo decir un tipo concreto de campo».
