Los viernes se le habían atragantado a Jon Rahm (-4). Se habían convertido en una especie de espina de pescado que se queda a medio camino, molesta, punzante. Sus tarjetas en los últimos cinco viernes en el PGA Tour no habían bajado de 73 golpes. Era algo así como una maldición, el fantasma de la segunda ronda. Hoy, al final, ha conseguido espantarlo, lo ha mandado a paseo.
Rahm ha entregado una tarjeta de 68 golpes en la segunda ronda del The Northern Trust Open y se ha metido en el fin de semana perfectamente colocado en el top ten y con las opciones de ganar absolutamente intactas. Sus dos compañeros de partido y grandes referencias ahora mismo en la clasificación junto a Jordan Spieth, Dustin Johnson y Rickie Fowler, está a sólo dos golpes.
Es curiosa la cruzada que tenía Rahm con la segunda ronda. Y es que no se trata sólo de una cuestión de las últimas semanas. De hecho, desde que hiciera 67 golpes el viernes de Pebble Beach, allá por el mes de febrero, ha jugado once segundas vueltas en el PGA Tour y sólo una vez bajó de 70 golpes. Fue en el DEAN&DELUCA Invitational, cuando hizo 69 en Colonial. Conviene aclarar, eso sí, que en el European Tour la película ha sido distinta. En los dos torneos regulares que ha jugado esta temporada, Open de Irlanda y Open de Francia, hizo 67 y 69 golpes, respectivamente.
Sea como fuere, los viernes se le habían atragantado al golfista de Barrika. Tanto es así que estos 68 golpes que ha entregado hoy en el Glen Oaks Club de Nueva York suponen su cuarta mejor segunda ronda del año.
Rahm empezó muy bien su vuelta de hoy, firmando nada menos que tres birdies en los cuatro primeros hoyos, sacando partido a una zona del campo algo más asequible para su poderoso driver. Sin embargo, tampoco ha jugado de libro en esta ronda. Desde el tee ha cometido algunos errores, como en el 5, cuando la mandaba al agua, o en alguno que otro que ha fallado por la derecha al duro rough del recorrido de Long Island. Ha tenido que sufrir. No ha sido una vuelta de coser y cantar, sino trabajada, aprovechando los buenos golpes y tratando de minimizar los errores. Por ejemplo, en el 9 firmaba una gran recuperación tras quedarse corto de green, precisamente desde el rough.
Seguro que esa recuperación final le deja con buenas sensaciones, ya que precisamente su juego alrededor de green no ha terminado de esta fino en todo el día. Eso sí, lo ha compensado con un putter que habitualmente está a la altura cuando Jon lo necesita. Por contra, hoy ha estado mejor que ayer con los hierros, dejándose un par de birdies dados.
Así las cosas, Rahm se ha fabricado opciones de ganar el primer Playoff de la FedEx Cup que disputa en su vida a falta de 36 hoyos. Nada que sorprenda en un jugador de su precocidad y con la enorme voracidad que juega. Está a dos golpes de Dustin Johnson y Rickie Fowler, en lo que apunta a una preciosa batalla este fin de semana. Y mucho más cuando el fantasma de los viernes ya está bien lejos…
