The Mamas & The Papas pegaron un pelotazo musical hace casi 60 años (1965). ¿Quién no ha silbado o cantado California dreamin? La letra, en realidad, habla de un día invernal con frío aterrador en Nueva York y, en pleno apogeo del movimiento hippie, los integrantes del grupo sueñan con estar en la otra punta de Estados Unidos, en el estado dorado, con calorcito y disfrutando de las playas…
No fue concebido el tema para Jon Rahm, pero éste la debe tararear a todas horas cada vez que llega a esa zona de EEUU para un torneo. Sus estadísticas en las citas californianas, como revela la web del PGA Tour, son alucinantes y tienen mucho que ver en que cuatro de sus nueve victorias en el circuito americano hayan sido en esta zona (dos American Express, un Farmers y un US Open). Precisamente en Torrey Pines, donde se coronó con su primer triunfo y se anotó su único Major arranca hoy la competición, donde Jon buscará otro hito, aparte de tener a tiro el número uno mundial en caso de vencer el sábado: amarrar su tercera victoria consecutiva en el PGA Tour.
Rahm lidera las principales estadísticas en California desde 2017. Sus medias reflejan que ha logrado 2,11 golpes ganados más que el resto, con 68,7 golpes por vuelta, y saca más de 1,7 golpes de ventaja a los demás en los tiros de tee a green y cerca de dos en evitar bogeys. Acumula la friolera (valga el oxímoron en el templado estado) 246 bajo par en estos siete años. Ojo: ningún jugador está a menos de 50 golpes de él. Patrick Cantlay ocupa el segundo lugar en esa estadística en ese tramo con 189 bajo par, 57 menos que el vizcaíno.
Y las comparaciones entre los datos de Rahm en California y sus números en los demás torneos del circuito americano también son incontestables. Promedia un cuarto de golpe más ganado por ronda en sus golpes de approach desde 2017 en California y también patea mejor, por más de una décima de golpe por ronda. En el estado dorado gana casi medio golpe más por ronda en el campo que en cualquier otro lugar. Como para no tararear California dreamin… y que la siga entonando.
