No estaba siendo el mejor sábado para Jon Rahm (-10). Su juego desde el tee no era tan sólido como de costumbre. Fallaba demasiadas calles, y aunque con los hierros lograba prácticamente siempre ‘cazar’ el green (83% de greenes en regulación), le costaba ser preciso y se dejaba putts demasiado largos como para hacer los birdies que necesitaba. Aun así, con mucho esfuerzo, concentración y sin perder la perspectiva, había logrado llegar al tee del 17 sin cometer ni un solo bogey y firmando birdies en todos los pares 5 del campo y en el par 4 del hoyo 9.
Ahí, sin embargo, su vuelta se torció. Abrió demasiado su tiro desde el tee y su bola terminó muy a la izquierda de la calle, en el obstáculo de agua. Después de dropar, logró dejarse un putt de unos cinco metros para salvar el par, pero no lo embocó y salió con un doloroso bogey que le impidió completar una ronda limpia y recortar distancias con el liderato antes de la ronda final.
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Como el viernes, y pese a no haber completado una vuelta sólida, el de Barrika había tenido opciones de lograr un resultado mucho mejor. Se le escaparon por centímetros dos opciones de eagle, en el 13 y sobre todo en el 15, además un putt de algo más de dos metros para birdie en el estadio. Así que necesitará casi un milagro para recortar su desventaja de seis golpes y pelear mañana por la victoria en el Waste Management Phoenix Open.
Jon cerró su día del movimiento con una tarjeta de 68 golpes para ponerse 10 bajo par en la clasificación, rozando el top 10. Un resultado que no sería malo si no fuera porque, por delante, algunos pesos pesados del torneo exprimieron al máximo las buenas condiciones que ofreció hoy el Stadium Course para dar un paso de gigante hacia el triunfo. En especial Tony Finau (-16), con un vueltón de 62 golpes, a dos del récord del campo, que le encaramó al liderato en solitario.
El golfista de Salt Lake City firmó una ronda con siete birdies y un eagle, libre de bogeys, para escalar 11 posiciones en la clasificación. Igualó la mejor ronda de su carrera en el circuito completando una increíble serie de 50 hoyos seguidos sin cometer bogey. Un resultado que le acerca a la que sería su segunda victoria en el PGA Tour, primera en un torneo relevante, tras la que sumó en el Puerto Rico Open at Coco Beach de 2016. Aunque para lograrlo, y nunca mejor dicho, aún tendrá que aguantar la presión de varios ‘cocos’…
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El más peligroso, sin duda, será Webb Simpson (-15), que le pisa los talones en la clasificación y está jugando a gran nivel esta semana. Esta tarde se lució incluso con un espectacular hoyo en uno en el 12. Pero sin descartar, por supuesto, a J.B. Holmes (-14), que aunque hoy no tuvo su día, es un rival al que conviene tener muy en cuenta en un recorrido como el del TPC Scottsdale. O incluso a Xander Schauffele (-13), uno de los jugadores más en forma del circuito en los últimos tiempos y con un curioso precedente: la última vez que Finau lideraba un torneo del PGA Tour tras 54 hoyos, en el WGC HSBC Champions de 2018, terminó perdiendo ante Schauffele… que llegó a la última ronda con tres golpes de desventaja, igual que ahora.
Jon intentará seguir el ejemplo de Wyndham Clark en la primera ronda, donde firmó una vuelta de 61 golpes, o el del mismo Tony Finau este sábado, con 62, para seguir soñando con el triunfo en su ‘casa’, consciente de que habrá que acercarse a los 20 bajo par. Aunque para ello, además de mejorar su precisión tee, tendrá que arriesgar más con los hierros para intentar dejarse buenas opciones de birdie… o incluso eagle en los pares 5, muy asequibles. El campo se presta a resultados bajos y Rahm, pese a lo tozuda que suele ser la realidad, se empeña en no haber dicho aún su última palabra en el torneo.
