Inicio Grandes Circuitos PGA Tour No era el día de los milagros para Rahm
Homa se adjudica el Farmers tras una torcida ronda final de Jon Rahm

No era el día de los milagros para Rahm

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Max Homa
Max Homa posa con el trofeo de campeón del Farmers Insurance Open. (© Golffile Joe Lumaya )

Todo el mundo le recordaba a Jon Rahm (-8, dos más en los últimos 18 hoyos) que ya palpaba con los dedos la hazaña de encadenar tres triunfos consecutivos en el PGA Tour. Pero esto es golf, 72 hoyos, ni más ni menos. No se toca nada hasta que no se llega a la meta. No fue el día de los milagros para el español, habituado a gestas, victorias imponentes, remontadas espectaculares… Y más aún en Torrey Pines, donde juega como en casa. Sin embargo, hay que insistir, no estaba la fresca mañana californiana para la épica y se evaporó la opción de arrebatar el número uno del mundo a Rory McIlroy, ya caerá más adelante. Y tampoco que hay que obviar que el vasco, séptimo, se apuntó otro Top 10 en su brillantísima trayectoria, igual que habrá que valorar en su justa y alta medida que un día que se levantó con el pie izquierdo sólo jugó dos sobre par; si hubiera sido una ronda normal, no buena, habría pujado por la victoria sin discusión alguna.

La ronda final del Farmers Insurance Open parecía cosa de dos después del viernes, pero del duelo previsto entre Rahm y el líder, Sam Ryder (-9), sólo quedó el segundo, que peleó como un jabato, y murió en la orilla tras unos postreros doble bogey y bogey, para lograr su primera victoria en el Tour frente a un inconmensurable Max Homa y con otros dos jugadores con galones que se sumaron a última hora: Keegan Bradley y Collin Morikawa. La titánica y picante guerra entre estadounidenses se la adjudicó Homa con -13 (seis menos en el día).

Jon resbaló ya en el primer hoyo y Ryder hizo birdie, alargando el yanqui la ventaja a cuatro golpes de inicio. Tampoco era preocupante. Quedaban 17 banderas, al líder podía pesarle la presión y Rahm, no lo olviden, tropezó en el 1 del Sentry, Morikawa sacó un birdie y el español remontó nueve golpes para ganar en Kapalua. Ése sólo fue el primer contratiempo de los muchos que padeció el vizcaíno: un puñado de errores a la izquierda (donde nunca hay que errar en el South Course) con el driver y un putter bastante desafinado condenaron al campeón de Barrika a perder de vista pronto la cabeza, una pena porque estaba en juego ese ansiado triunfo que hubiera ligado al de Hawái y al del American Express.

No hubo forma de entrar en calor, de que Rahm entrase en ese trance tan suyo en el que todo sale a pedir de boca. El mazazo de verdad llegó en el 5, fallo al bunker de la siniestra teniendo que sortear un incómodo talud; el largo tiro con el hierro se le cerró muchísimo y fue a parar al rough muy lejos de bandera; el tercer tiro se quedó en la hierba alta y el cuarto… ídem. Espeluznante serie. El chip se pasó del hoyo y embocó para doble bogey. De -9 a -7. Dolorosísimo.

Pudo arreglar el entuerto en los siguientes hoyos, pero los hados no le echaron una mano esta vez. No hubo eagle pateando a siete metros, sólo birdie, y los siguientes putts, para rebajar el margen con la cabeza o para salvar el par, tampoco entraron. Un día aciago. Así ocurrió en el 7 (para par), 8 (para birdie), 9 (para birdie), 10 (tres putts y bogey) y 11 (para birdie). Estaba con seis menos y a otra media docena de golpes de Ryder y Homa, pero si dos o tres de esos tiros hubieran caído dentro de la cazoleta… quién sabe si hubiese soñado con la remontada.

Con cuatro más en el día hubo de conformarse por pelear por clasificarse entre los cinco mejores y asistir como espectador de privilegio a la lucha por el título, donde Ryder aguantó como gato panza arriba las embestidas de la jauría de lobos hambrientos que venía por detrás, desde Matsuyama (seis menos por los nueve primeros, aunque luego empeoró la nota), a Morikawa, Day, Theegala, Im, Bradley y Homa, quien alcanzó el coliderato con -12 merced al cinco bajo par que registraba tras el 13. Marró en el 14 y Ryder salvó una delicadísima situación en el 15 para mantenerse por uno arriba. Homa, erre que erre, quería su cuarta victoria en California y acertó en el 16 para igualar de nuevo a Ryder, que se metió en un berenjenal con un approach en el 15 y bajó a la tercera plaza con un doble bogey, rebasado por un encendido Bradley tras un fabuloso birdie, uno más, en el 17 gracias a un despliegue descomunal de recursos, embocando un chip desde el rough, un putt kilométrico o dejando la bola dada en el 14 con un dardo impresionante: -11 y a uno de Homa.

Morikawa se cayó del cartel de aspirantes con un bogey en el 17 y Bradley puso una alfombra roja a Homa al mandar la bola en el segundo golpe del 18 al bunker, pasarse de fuerza en la sacada y hacer el par: -11 en casa club después de una vuelta de cine con seis menos. Homa se la jugó al tirar de dos al green del 18 y sorteó el agua al colocar la bola al fondo. Tres putts le valían para el triunfo, pero solventó con dos su segundo triunfo de la temporada.

Tras tanta adrenalina acumulada en las últimas semanas, esta próxima aprovechará Rahm para descansar, tomarse un respiro y disfrutar de la familia después de un inicio de año para enmarcar pese a quedarse con la miel en los labios de enganchar tres triunfos seguidos y auparse oficialmente al número uno mundial. Volverá Jon con fuerza en dos semanas al Phoenix Open. Este 2023, divisando en la lejanía la Ryder Cup, promete muchas más emociones y buenos momentos para el morrosko.

Resultados finales del Farmers Insurance Open 2023