El confinamiento provocado por la pandemia del COVID-19 ha convertido a Charley Hoffman en un jardinero (o agricultor) incipiente. Ha sembrado tomates, pimientos, lechucha, maíz, remolacha… Cuando el PGA Tour se detuvo, comenzó a desarrollar una pasión oculta en el terreno de su casa.
«Sembramos prácticamente cualquier cosa en el jardín ya que no estoy normalmente en casa en esta época del año», desveló el golfista estadounidense, de 43 años, cuatro veces ganador en el PGA Tour. «Básicamente probamos con casi todo lo que crece en el sur de California. Ha sido divertido. Esta mañana, por ejemplo, cogí un par de fresas del jardín».
Pero esta nueva pasión no ha sido lo único que ha ocupado al bueno de Charley estos días. Con el objetivo de ayudar a los trabajadores de los hoteles y campos de golf del Fairmont Grand Del Mar, tal y como desvela el San Diego Union Tribute, reunió a otras tres estrellas del circuito para jugar 54 hoyos solidarios: Xander Schauffele, Emiliano Grillo y el español Jon Rahm.
Mientras el circuito se prepara para regresar el próximo 11 de junio con la disputa del Charles Schwab Challenge, en el Colonial de Fort Worth en Texas, los cuatro compañeros y amigos disfrutaron de un apasionante día de golf solidario, en una mezcla de Ryder Cup y Presidents Cup que unió a Jon y Emiliano en un equipo ante Hoffman y Schauffele en el otro.
En total, lograron recaudar más de 80.000 dólares. Hoffman ejerció de DJ, llevando un altavoz con música en su bolsa, y todos disfrutaron de un día muy entretenido.
«Llevo muchos años viniendo aquí, me casé aquí y Shawn Cox (director del club) me ha dejado entrenarme muchas veces en este campo», desveló Jon, actual nº 2 del ranking mundial. «Le dije que si alguna vez necesitaba algo de mí, me alegraría poder ayudar. Así que aquí estoy, una buena excusa también para salir un poco de Arizona, no estoy acostumbrado a estar tanto tiempo en el mismo sitio».
«Sonaba genial venir aquí y jugar al golf, que es lo que amamos. Además, para ayudar a mucha gente en una gran causa». A Jon no le ha dado por la jardinería como a Charley, pero también ha descubierto un talento oculto durante el confinamiento: «Antes de esta cuarentena no tenía ni idea de cocina. Ahora tal vez haya mejorado un 1%, estoy haciendo barbacoas. Mi esposa Kelley es una gran cocinera, así que trato de ayudarle. No diría que soy cocinero, pero sí un buen pinche».
Rahm, que pasó «momentos difíciles» en constante comunicación con su familia durante la cuarentena, ha empezado así a retomar la actividad en el campo. Y junto a Hoffman, Schauffele y Grillo, disfrutó de un día solidario y de un primer entrenamiento junto a profesionales antes de que regrese la competición.
