Lo de Jon Rahm (-8) hoy en el Colonial Country Club ha sido una exhibición majestuosa de golf. Vuelta de 64 golpes. 16 greenes cazados. Diez opciones de birdie de menos de seis metros. Siete a la cazuela. Y sólo dos golpes fallados. Sólo dos de 64. Un vendaval de golf.
Rahm ha provocado una estampida en el día del movimiento del Fort Worth Invitational
Rahm ha provocado una estampida en el día del movimiento del Fort Worth Invitational. Ha sido un cohete que ha subido a los cielos de la clasificación remontando treinta posiciones para meterse en el lío, en la pelea por la victoria. No se podía concebir un domingo en el Colonial sin Jon metido en la salsa. Se encuentra a seis golpes del líder, Justin Rose (-14), gran favorito al triunfo, y sólo dos de la segunda plaza que comparten Emiliano Grillo y Brooks Koepka.
Una vez más el drive de Jon fue una maza de precisión milimétrica desde el tee. Muy parecido a jueves y viernes. La única diferencia es que el putter, hoy sí, se ha unido a la fiesta. De principio a fin. Sus diez primeros hoyos han sido una delicia. Seis birdies en este parcial sin fallar un solo green. La perfección hecha golf.
Vuelta de 64 golpes. 16 greenes cazados. Diez opciones de birdie de menos de seis metros. Siete a la cazuela
Arrancó con dos birdies en el 1 y 2, el primero dado, pateando para eagle desde seis metros; el segundo embocando desde cuatro. Los otros cuatro hasta el 10 fueron de dos metros en el 6, tres en el 7, seis en el 8 y otros 6 en el 10. Fuego.
El primer golpe fallado del día llegó en el hoyo 11, tras otra gran salida desde el tee. Fallado el segundo tiro y tuvo que dropar con penalidad desde los árboles. Una pena. Un solo error y mucho peaje. Así es el golf. Primer y único bogey del día.
No crean que el hoyo 11 frenó al de Barrika. Para nada. Siguió empujando y empujando, apoyado en unas condiciones algo más favorables en el recorrido de Texas. La lluvia caída en las últimas horas ha hecho que el campo esté más receptivo y ha permitido ver más vueltas bajas. Otras dos opciones lejanas de birdie en los hoyos 12 y 13 y primer green fallado, sin contar la penalidad del 11, en el hoyo 14. Salvaba el par sin grandes aspavientos.
Rahm aún metía una marcha más a su golf en el tramo final. Cuatro hoyos y cuatro opciones de birdie, en el 15 y 16 de cinco metros, en el 17 de siete y medio y en el 18 de ocho metros. Cayó la del 17. Un precioso broche de oro a la vuelta. Por cierto, en el 16 no cazó el green, pero la dejó en el collarín y aunque en las estadísticas no aparezca como green cogido, parece de ley adjudicárselo.
Jon despidió la vuellta haciendo (casi) una de Seve. Su segundo golpe fallado del día llegó en la salida del hoyo 18. Se fue muy a la derecha, al bosque, pero pudo dropar sin penalidad. Se alivió y buscó el birdie con un tirazo desde algo más de 110 metros. Se lanzó a degüello por el birdie, pero la pelota pasó rozando el hoyo.
Rahm se ha metido en la pelea por la victoria, aunque todo está en manos obviamente de Justin Rose. Depende de lo que haga el inglés en la última ronda para calibrar sus opciones reales. Sea como fuere, el domingo volverá a lanzar un nuevo ataque.
