Bofetada de realidad para los españoles en República Dominicana. Por más que el Corales Puntacana Championship, pese a ser un torneo del calendario regular del PGA Tour, se presentara sin la inmensa mayoría de sus estrellas, ocupadas estos días en el WGC Dell Technologies Match Play, tanto Santi Tarrio (+4) como Ángel Hidalgo (+12) han sufrido en sus propias carnes las diferencias entre la gira europea a la que están acostumbrados y este circuito estadounidense con campos y condiciones de juego muy diferentes.
Ambos han fallado el corte y tendrán que hacer las maletas antes de lo que les hubiera gustado. El malagueño, que partía hoy en el turno matinal, no ha tenido opción siguiera de soñar con una remontada tras el 77 del jueves que le dejaba con pie y medio fuera del torneo. Un bogey para empezar era el peor presagio posible de una ronda en la que no se sintió cómodo con su swing y que cerró sus primeros nueve con un triple bogey y los 18 definitivos con un doble bogey. En total, 79 golpes para ocupar la penúltima posición de la clasificación entre los golfistas que completaron las dos primeras rondas.
En esta segunda jornada de competición, Hidalgo estuvo mucho más impreciso desde el tee, le pegó más corto a la bola con el driver y cazó menos greenes en regulación que el jueves. Y aunque logró algunas buenas recuperaciones, volvió a fallar mucho con el putter para poner fin de manera precipitada a al primer torneo de su carrera en el PGA Tour. Una breve aventura que debe servir como experiencia y aprendizaje por si en el futuro surgen más oportunidades de juego, ya sea en Estados Unidos o en eventos cosancionados.
El gallego, por su parte, jugó el turno de tarde y por momentos soñó con acercarse al PAR en el que quedó fijado el corte. Su primer birdie del día, en el 3, quedó anulado por un doloroso bogey en el 5. Pero el eagle en el par cinco del 7 parecía abrirle la puerta de pelear por salvar el corte. Nada más lejos de la realidad: Un bogey al 8, un doble bogey al 10 y un bogey más, al 11, le empujaban hacia la salida. Reaccionó con tres birdies en sus últimos hoyos del día, en el que un bogey más le impidió jugar bajo par, entregando una tarjeta de 72 golpes, para quedarse a cuatro de salvar la criba.
Tarrio firmó unas estadísticas similares a las del jueves en cuanto a precisión y distancia desde el tee, greenes en regulación y recuperaciones desde la arena, aunque logró mejorar algo más su acierto con el putter. En su cuarto evento en el circuito, se marcha con la sensación de que le ha faltado poquito para haberse metido en el fin de semana. Dos días en los que el inglés Matt Wallace (-11) y los estadounidenses Sam Stevens (-10) y Wyndham Clarke (-10) se presentan como principales aspirantes al triunfo.
