Patrick Reed se ha impuesto en el primer torneo del año del PGA Tour. El joven jugador de Texas ha ganado el Hyundai Tournament of Champions tras derrotar en el primer hoyo de desempate a Jimmy Walker.
Esta victoria lo mete de lleno en un exclusivo club. Es el cuarto jugador menor de 25 años que consigue cuatro victorias en el circuito americano en las dos últimas décadas. Los otros tres son Rory McIlroy, Tiger Woods y Sergio García. Y, ojo, uno de esos triunfos fue en el WGC Cadillac Championship.
Así es Patrick Reed. Una fuerza de la naturaleza, un torbellino repleto de golf y con una seguridad en sí mismo a prueba de bombas. Cuando ganó el Cadillac comentó así, sin darle demasiada importancia, que se veía pronto entre los cinco primeros del mundo. Ayer, nada más derrotar a Walker, admitió que «no recuerdo la última vez que he perdido un desempate«. En el PGA Tour, por lo pronto, acumula dos jugados y dos ganados. Patrick Reed es un gallito que va muy en serio, tal y como demostró también en la pasada Ryder Cup de Gleneagles, donde fue el mejor bastión del equipo norteamericano.
A Reed no le tiembla el pulso cuando está para ganar. Esto es indudable. A sus 24 años ha demostrado una enorme capacidad en las últimas jornadas. Rinde honores a su vestimenta, roja y negra como tributo a su ídolo, Tiger. La cita de Hawái acabó el lunes y Reed ya había avisado el día antes. «¿Lunes? Me encantan los lunes, siempre he jugado muy bien las clasificatorias de los torneos que se disputan los lunes». Ya ven, así se las gasta el joven Patrick, un jugador excelente que hasta gasta ese puntito de fanfarronería propia de otras grandes estrellas.
La clave de la victoria de Reed, al margen del birdie en el desempate, estuvo en el hoyo 16. El jugador de San Antonio embocó desde la calle para eagle y cazar en el liderato a Walker. La metió desde 80 metros con el wedge. Después, Walker tuvo una opción de ganar en el hoyo 18, pero falló su putt de birdie y Reed ya no perdonó. Alguno más pudo unirse al playoff, pues nada menos que Jason Day, Hideki Maysuyama y Russell Henley acabaron a un golpe de jugar un hoyo más.
