Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Remontada y triunfo para Webb Simpson en Phoenix tras un agónico playoff
Jon Rahm consigue un top 10 agridulce con una última ronda de 70 golpes

Remontada y triunfo para Webb Simpson en Phoenix tras un agónico playoff

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Webb Simpson, ganador del Phoenix Open © PGA Tour
Webb Simpson, ganador del Phoenix Open © PGA Tour

Webb Simpson (-17) ha logrado la victoria en el Waste Management Phoenix Open de Arizona tras un agónico playoff al que llegó después de completar una sensacional remontada que quedará para la historia del torneo. Es su sexto triunfo en el PGA Tour y el fin de una dura serie de cuatro desempates consecutivos perdidos en el circuito estadounidense.

El golfista de Carolina del Norte, de 34 años, comenzaba el día en segunda posición a un golpe del líder, Tony Finau (-17). Los dos protagonizaron un apasionante duelo, compartiendo partido, durante prácticamente toda la ronda. Pero un doloroso bogey en el par 5 del hoyo 15, antes de entrar en el estadio, pareció sentenciar definitivamente la victoria en favor del golfista de Salt Lake City, que afrontó las tres últimas banderas con dos golpes de ventaja.

Pero como ya ocurriera en 2017 cuando con dos birdies en los dos últimos hoyos forzó el desempate con Hideki Matsuyama, Simpson encontró la manera de darle la vuelta a la situación con un golf directo, agresivo, buscando el trapo con sus segundos golpes y demostrando un temple y una precisión con el putter sencillamente magistrales. Así logró reducir a un golpe su desventaja con un gran birdie en el 17, y terminó forzando el playoff en el 18 tras embocar otro extraordinario putt de birdie de más de cinco metros.

Finau tuvo una ‘bola de partido’. En uno de sus torneos más especiales, en el que rindió homenaje al tristemente desaparecido Kobe Bryant -cuya muerte le recordó al accidente que le costó la vida a su madre hace cinco años-, el primer jugador de ascendencia tongana del PGA Tour pudo hacerse con el triunfo embocando un putt de birdie en el 18 de unos tres metros. Pero, aunque leyó bien la caída de derecha a izquierda, no le dio a la bola la fuerza necesaria viéndose abocado a jugársela a cara o cruz cuando tenía el triunfo prácticamente en el bolsillo.

Es ‘match-ball’ perdido pareció afectarle de inmediato. Jugando de nuevo el 18, su drive desde el tee, que en el hoyo 72 había volando casi hasta el borde del green, se fue esta vez muy por la izquierda, a los búnkers de calle. Simpson, con un tiro conservador, encontró una posición inmejorable para atacar la bandera y se dejó un putt de unos dos metros y medio para volver a hacer birdie.

Finau logró recuperar desde la arena y dejarse un putt de unos tres metros y medio para hacer también birdie y meterle toda la presión a su rival. Pero de nuevo, pese a entender bien el golpe que necesitaba, no fue preciso y terminó firmando un par y abriendo la puerta a Webb. El de Carolina del Norte no lo desaprovechó y con su tercer birdie consecutivo conquistó su sexto triunfo en el PGA Tour y espantó el fantasma de los playoffs.

Simpson ganó el Wyndham Championship y el Deutsche Bank Championship en 2011, el U.S. Open en 2012, el Shriners Hospitals for Children Open en 2014 y el THE PLAYERS Championship en 2018. Pero por el camino se dejó varios triunfos más en los desempates. En el Deutsche Bank Championship, su segundo triunfo en el circuito, venció a Chez Reavie en la muerte súbita, pero en el Zurich Classic of New Orleans de 2011 ante Bubba Watson, en el The McGladrey Classic de ese mismo año ante Ben Crane, en el RBC Heritage de 2013 ante Graeme McDowell, en este mismo Waste Management Open de 2017 ante Hideki Matsuyama y en el The RSM Classic de este año frente a Tyler Duncan había terminado mordiendo el polvo.

Con su victoria, además de un premio en metálico de más de 1.300.000 dólares, Simpson consigue escalar hasta la segunda posición de la FedEx Cup. Un sensacional impulso para un golfista que sigue ampliando su palmarés en el que aparecen también tres triunfos en la Presidents Cup con Estados Unidos.

Jon Rahm (-11), por su parte, celebró en Phoenix su particular Día de la Marmota. Mala primera parte del campo, con un birdie en el 4 que le hacía soñar, y tres bogeys casi consecutivos que le hundían en la tabla, y gran segunda mitad de Scottsdale, con cuatro birdies y un bogey en el 18 que le auparon hasta la novena posición empatado. Mantiene su estadística de no terminar nunca por debajo del 16º puesto en este torneo y añade otro top 10 a su interminable colección.

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