Sergio García (PAR) venía haciendo un vibrante y pulcro ejercicio de supervivencia en la primera jornada del Genesis Invitational. Había estado todo el día en el alambre, sin estar demasiado fino de tee a green, especialmente con los hierros, pero compensando con un excelso juego corto para ir ganando al recorrido de Los Ángeles.
No es fácil recuperar en este exigente recorrido de Rivera, y mucho menos con unos greenes notablemente firmes, pero Sergio ha mostrado la misma brillantez que en Dubai con el approach y desde el búnker. También iba metiendo buenos putts de par de dos metros, como sucedió en los hoyos 3, 5 y 15. Era una vuelta tensa, pero el de Borriol la venía solventando bien.
Pero Riviera es mucho Riviera y siempre está al acecho para cobrar su pieza. Ni siquiera hay que jugar muy mal para que te castigue, pero si fuerzas la máquina te puede hacer sufrir mucho. Eso es lo que sucedió en el hoyo 18. Sergio falló la salida y el segundo golpe. Desde el rough de la derecha de la calle se marchó largo de green. Mal sitio. Con todo el green recibiendo cuesta abajo.
El golfista español apuró todo lo que pudo el approach, hasta el punto de que se quedó corto y no llegó al green. Se quedó en el antegreen con un putt cuesta abajo muy delicado. Tenía unos siete metros y medio. Su intento de salvar el par se fue casi dos metros, similar a los tres anteriores que había tenido, pero esta vez no hubo indulgencia. Falló el putt de vuelta de bogey y cayó un doloroso y cruel doble bogey.
De golpe y porrazo, una buena vuelta de Sergio, que marchaba con dos bajo par antes de llegar al 18, se convirtió en una normal. Nunca es malo hacer el par en Riviera, pero con el dos menos estaba a las puertas del top ten. Dos de sus tres birdies hoy han sido dados, con dos putts en el par 5 del 1 y un gran approach y putt en el 10. El tercer birdie fue con un gran putt de unos ocho metros en el hoyo 14.
Lo más positivo del día es la garra de Sergio, el buen estado de su juego corto y el temple con el putt en situaciones delicadas. De nuevo la actitud ha sido de diez, lo habitual en los últimos meses. Lo que aún tiene que pulir, y nadie lo sabe mejor que el propio Sergio, es el juego con los hierros. Ya le pasó en el Dubai Desert Classic y la tónica se ha mantenido en Los Ángeles. No es ningún desastre, ni mucho menos, pero necesita dejarse mejores opciones y, sobre todo, evitar problemas.
El viernes le tocará jugar por la tarde, con un Riviera que siempre se muestra más fiero, con los greenes más firmes y también más viento. Toca apretar y sacarle más brillo a su juego largo, la especialidad de la casa cuando hablamos de Sergio.
