Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Rory McIlroy, con el cuerpo en el BMW… y la mente en...

Rory McIlroy, con el cuerpo en el BMW… y la mente en 2018

Compartir
Rory McIlroy © Golffile | Ken Murray
Rory McIlroy © Golffile | Ken Murray

Después de 36 hoyos en el BMW Championship, las escasas posibilidades con las que Rory McIlroy contaba de defender su título de la FedEx Cup logrado el pasado año se han desvanecido prácticamente por completo. Aunque eso no significa que el norirlandés parezca dispuesto a tirar la toalla…

Ayer, tras una ronda de 69 golpes, logró por fin situarse bajo par en la semana. Eso sí, en el puesto 50º de la clasificación, a 15 golpes del líder, Marc Leishman, y a 12 de dos de sus clásicos rivales, Jason Day y Rickie Fowler. Y lo que es más complicado para sus aspiraciones: muy lejos del top 5 que prácticamente necesitaría para escalar las 21 posiciones que le separan del top 30 en la FedEx Cup y que permiten jugar la final de la próxima semana en Atlanta.

McIlroy lo asume con naturalidad: «Es complicado porque, en realidad, sé que no tengo muchas posibilidades de entrar en el Tour Championship de la próxima semana. Pero, pese a ello, quiero salir y jugar bien. Estoy aquí, así que debo intentar jugar bien y sacar el máximo partido de mí mismo».

Después de su difícil temporada, con una lesión de costilla de la que parece no haber podido recuperarse aún al menos plenamente, la presencia de McIlroy en el BMW Championship ya es de por sí sorprendente. Sobre todo tras sus comentarios posteriores al PGA Championship, donde terminó agotado por el calor de Quail Hollow y dejó la puerta abierta a no jugar más hasta la próxima temporada.

Sin embargo, el exnúmero 1 del mundo decidió darse una oportunidad en The Northern Trust, donde finalizó en 34ª posición empatado, y en el TPC Boston, en el que ni siquiera logró pasar el corte. Y aunque, tal y como él mismo asegura, jugar estos torneos no han incidido negativamente en sus problemas físicos, sí desvela que la decisión de hacerlo no ha sido exclusivamente suya…

«Algunas decisiones no dependen por completo de uno mismo. Había expectativas externas de otra parte. He jugado estos torneos por dos motivos: pensar que aún tenía una oportunidad y, al mismo tiempo, tratar de cumplir las obligaciones contraídas de la otra parte», indicó Rory.

Tras el TPC Boston, McIlroy se tomó 10 días libres. Y aunque aún tiene pensado jugar el Alfred Dunhill Links Championship del European Tour, en octubre, no parece que, desde entonces, vaya a volver a tocar los palos al menos hasta la semana de Acción de Gracias. En total, seis semanas completas de descanso, necesarias para reiniciarse y llegar completamente preparado a la próxima temporada.

«Espero poder jugar bien el próximo año. Si tengo una buena pretemporada, me preparo bien y practico las cosas adecuadas, logrando salir mental y físicamente fresco, presiento que el 2018 será un año realmente bueno para mí. Y ahí es donde está mi mente ahora mismo», sentenció el norirlandés.