Rory McIlroy (-7) no ha empezado de la mejor manera la gran final de la FedEx Cup que ha arrancado este jueves en el recorrido de East Lake de Atlanta. El noirirlandés ha jugado, que no es poco, pero arrastra unas molestias en la parte baja de la espalda que le están impidiendo hacer el swing con normalidad. Ha sufrido de lo lindo y, aún así, ha sido capaz de sacar adelante una vuelta de par. Mucho mérito.
Según han explicado en Golf Channel, los problemas físicos de McIlroy comenzaron el lunes de esta semana, estando en casa con su familia en Jupiter, Orlando, después del BMW Championship, aunque no se ha especificado cuál ha sido el origen real de la lesión.
Por tanto, llegó con molestias a East Lake, hasta el punto de que no había dado ningún bola en toda la semana, ni siquiera de prácticas, hasta hoy por la mañana, durante el calentamiento previo a la primera ronda. Rory ha pegado 20 bolas y se le ha visto muy incómodo desde el principio, con evidentes gestos de dolor.
Ha jugado esta primera ronda del Tour Championship con Jon Rahm, pero ha tenido dificultades para terminar algunos golpes, especialmente con los hierros largos y desde el tee. Ha sido un McIlroy a un 70-80 por ciento. Muchas de las veces ha acabado soltando el palo antes de completar el finnish y le ha afectado sobre todo a la altura de su bola, considerablemente más baja de lo habitual.
Habrá que estar pendiente para saber si Rory puede completar el torneo. Veremos cómo evoluciona esa parte baja de la espalda con el paso de los hoyos, la exigencia de East Lake y el calor que se está viviendo en Atlanta. Recordemos que McIlroy es el vigente defensor de la FedEx Cup y llegó a Atlanta en el tercer puesto del ranking, a tres golpes de Scottie Scheffler. El año pasado llegó a remontarle al texano nada menos que once golpes para coronarse campeón. Después de la primera ronda se mantiene a tres golpes de la cabeza, empatado con Rahm.
